El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva aseguró estar “en paz” con su conciencia en la “prisión política” que sufre, en una entrevista concedida desde la cárcel y publicada este viernes por el diario cubano Granma.
“Dudo que todos aquellos que mintieron contra mí duerman con la tranquilidad con que yo duermo”, respondió Lula a un cuestionario que el medio cubano le envió a través de “la mano amiga de un brasileño”.
El exmandatario, en prisión desde abril para cumplir 12 años por corrupción y lavado de dinero, denunció que el “proceso político” contra él “no logra apuntar un crimen, ni existen pruebas” y afirmó que “cada vez es más transparente” que la verdadera razón es que no participe en las elecciones presidenciales de este año.
“Soy consciente de que la injusticia que se está cometiendo contra mí es también una injusticia contra el pueblo brasileño”, dijo Lula, favorito para los comicios de octubre próximo según las encuestas de intención de voto.
Para el exgobernante, su vínculo con los brasileños es “una relación de mucha confianza”, algo que durante su trayectoria política se encargó de cuidar.
“No traicionaría esa confianza por ningún dinero, por un apartamento, por nada. Era así antes de ser presidente, durante la presidencia y después de ella. Entonces, para mí, esa solidaridad (del pueblo de Brasil) es algo que me emociona y anima mucho a permanecer firme”, aseguró.
Pese a estar encarcelado desde el 7 de abril, arrastrar otros seis procesos por corrupción y estar inhabilitado electoralmente, el Partido de los Trabajadores (PT) lanzó la semana pasada la precandidatura de su líder Lula a las elecciones presidenciales. La formación de izquierda pretende presentar recursos ante el tribunal electoral y la Corte Suprema para intentar que permitan la inscripción de la candidatura del expresidente, quien se mantiene activo públicamente desde su celda.
“Estoy leyendo y pensando mucho, es un momento de mucha reflexión sobre Brasil y sobre todo en lo que ha sucedido en los últimos tiempos”, comentó el ex jefe de Estado, uno de los aliados más fuertes de Cuba junto a su heredera política y expresidenta Dilma Rousseff.
Brasil y Cuba reforzaron su relación durante los mandatos de Lula (2003-2010) y de Rousseff (2011-2016), a quienes el gobierno de La Habana ha reiterado su apoyo en numerosas ocasiones.
Según el expresidente, “América Latina vivía en las últimas décadas su momento más fuerte de democracia y conquistas sociales”, algo que ha cambiado ahora en la región, donde ve “un aumento de la intolerancia y las persecuciones políticas”.
“Brasil venía en una trayectoria de décadas de avances democráticos, de participación política y junto con ellos avances sociales, que se aceleraron con los Gobiernos del PT, que ganaron cuatro elecciones seguidas”, advirtió.
El golpe en su contra no es algo personal, sino que se hizo “contra un modelo de desarrollo nacional e inclusión social” y para “eliminar los derechos de los trabajadores y jubilados”.
“Vamos a necesitar mucha organización para volver a tener un gobierno popular, con soberanía, inclusión social y desarrollo económico en Brasil”, concluyó.
EFE / OnCuba