El gobierno de México extendió el lunes la suspensión de “actividades no esenciales” al sector privado y prohibió las reuniones de más de 50 personas para luchar contra la propagación del coronavirus.
La declaración de emergencia sanitaria obliga a los sectores público y privado a suspender de manera inmediata todas las actividades no esenciales, así como respetar los derechos laborales de sus empleados, incluido el pago completo de sus salarios.
El gobierno exhorta a la población a cumplir con el confinamiento domiciliario “corresponsable”, estricto para adultos mayores de 60 años, personas con hipertensión, diabetes, enfermedad cardíaca o pulmonar, con inmunodepresión provocada o adquirida y a las mujeres en embarazo y puerperio.
Las medidas de emergencia estarán en vigor hasta el 30 de abril y fue tomada mientras el número de casos confirmados en el país alcanzó los 1.094, con 28 muertes.
Previamente, México había suspendido los servicios gubernamentales no esenciales y prohibido las reuniones multitudinarias.
El subsecretario de Salud Hugo López-Gatell dijo que se instaría a los mexicanos a permanecer en sus casas por un mes, pero no anunció sanciones en caso de que no lo hagan. Según dijo está garantizado el pleno respeto a los derechos humanos, pues no hay un estado de excepción ni toque de queda.
“Millones de personas tienen que restringir su movilidad”, dijo López-Gatell, y añadió: “Quédate en casa, quédate en casa”.
En los últimos días el tránsito vehicular parece haber disminuido un 60%, señaló, pero añadió que se necesita hacer más.
Confirmó que un grupo de trabajadores de salud de una clínica en el norte de México se había contagiado con el virus, pero dijo que no fueron infectados por pacientes, sino que los contagió un médico que aparentemente llevó la infección desde su consultorio privado.
Las medidas siguen siendo, no obstante, mayormente de carácter voluntario y no prohibían los mercados callejeros, que siguen activos en México. Sin embargo, algunos gobernadores estatales parecían estar dispuestos a usar la fuerza.
El gobernador Mauricio Vila del estado de Yucatán dijo que violar las prohibiciones al movimiento y a las reuniones públicas sería castigado con multas o tiempo en prisión.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo que México declarará una emergencia de salud pública, que por el momento parecía involucrar medidas logísticas en gran medida. Pero señaló que las empresas que no obedezcan las directrices relativamente vagas podrían enfrentar multas o cierres.
El doctor Miguel Betancourt, presidente de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, dijo que las medidas del gobierno federal “llegan tarde y son insuficientes”.
Sin embargo, “todavía estamos a tiempo de evitar un brote que se salga de proporción, pero todos tenemos que hacer nuestra parte”, puntualizó.
(AP/La Jornada/OnCuba)