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En un firme mensaje sobre su soberanía, México reivindicó su independencia y autonomía frente a Estados Unidos, mientras ambas naciones acordaron fortalecer la cooperación en materia de seguridad transfronteriza, en el marco de la visita oficial del secretario de Estado, Marco Rubio, a la capital mexicana.
La reunión entre Rubio y la presidenta Claudia Sheinbaum este miércoles consolidó un entendimiento claro: trabajar unidos contra las amenazas comunes, pero respetando estrictamente los límites y competencias de cada país, reportaron agencias internacionales como AP y EFE.
Lo que inicialmente se esperaba fuera la firma de un amplio acuerdo de seguridad bilateral terminó como una reafirmación del compromiso histórico de ambas naciones para colaborar en la lucha contra la delincuencia organizada, el tráfico de drogas, armas y combustible, siempre desde sus respectivos territorios y soberanías.
En este sentido, quedó instalado un “grupo de implementación de alto nivel” como mecanismo de seguimiento y ejecución conjunta de estrategias definidas.
Negando el intervencionismo
El diálogo, la parte mexicana fue enfática en que el país mantendrá su autonomía y no aceptará intervenciones externas que afecten su integridad.
La presidenta Sheinbaum reiteró con energía que el pueblo mexicano no permitirá “intervenciones, intromisiones o cualquier acto desde el extranjero que sea lesivo a la integridad, independencia y soberanía de la nación”, en clara alusión a las posturas y acciones estadounidenses.
“No es verdad que tengamos miedo de confrontar a los cárteles; estamos combatiéndolos con estrategias claras y contundentes”, afirmó la mandataria antes del encuentro.
Por su parte, Marco Rubio destacó la colaboración inédita que, según dijo, México mantiene en la actualidad con Estados Unidos en materia de combate al crimen organizado.
“No hay gobierno en este momento que esté cooperando con nosotros más en la lucha contra la criminalidad que el Gobierno de México”, admitió el jefe de la diplomacia estadounidense.
Prioridades compartidas
La agenda de trabajo conjunta contempla prioridades conocidas pero renovadas: frenar el ingreso de fentanilo y otras drogas peligrosas a Estados Unidos, impedir que las armas adquiridas en el país vecino sean introducidas ilegalmente a México, y controlar eficientemente la migración indocumentada, que ha experimentado una reducción significativa en los últimos meses.
Rubio anunció que su visita insistirá en reforzar mecanismos para compartir información de inteligencia y coordinación operativa, sin comprometer la soberanía ni asumir acciones unilaterales de ninguno de los gobiernos.
La presidenta Claudia Sheinbaum ordenó la movilización inmediata de 10 mil militares para reforzar la seguridad en la frontera norte, específicamente con el objetivo de frenar el tráfico de fentanilo, otras drogas, armas y la migración irregular.
El despliegue incluyó una reubicación de soldados desde regiones con menor problemática de seguridad hacia puntos estratégicos como Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, y Reynosa, entre otros.
Desde el inicio del operativo, en febrero de 2025 y hasta septiembre, se han asegurado casi 400 kilogramos de fentanilo, miles de armas y realizado miles de detenciones, mostrando resultados concretos en los estados fronterizos.
Contexto crispado
Este encuentro bilateral ocurre en un momento de tensión regional y de incremento en la presión de Estados Unidos hacia América Latina, en especial tras el reciente operativo militar en el Caribe ordenado por el presidente Trump, que terminara con la muerte de 11 presuntos narcotraficantes venezolanos del Tren de Aragua.
La visita de Rubio, además de México, incluye una parada en Ecuador, en medio de una gira latinoamericana destinada a profundizar la agenda estadounidense contra el narcotráfico, la migración ilegal, el crimen organizado y, particularmente, la cada vez más sostenida influencia de China en la región.