El Gobierno de Perú anunció este lunes su ruptura de relaciones diplomática con México, que reaccionó lamentando la decisión “unilateral” y “desproporcionada” de Lima.
La drástica medida del Ejecutivo peruano se debió al otorgamiento de asilo por parte de México a Betssy Chávez, ex primera ministra del expresidente Pedro Castillo, procesada junto a este por un fallido intento de golpe de Estado de finales de 2022.
Al dar a conocer la noticia, el canciller de Perú, Hugo de Zela, dijo que su Gobierno había conocido “con sorpresa y con profundo pesar” que Chávez se encontraba asilada en la embajada de México, algo que catalogó como un “acto inamistoso” a la par de otras acciones y declaraciones al respecto de las máximas autoridades mexicanas.
“Quiero lamentar profundamente que el Gobierno mexicano persista en su equivocada e inaceptable posición, que ha llegado al punto de obligarnos a romper relaciones diplomáticas con un país con el cual hasta antes de estos hechos teníamos una relación fraternal y múltiples coincidencias”, refirió De Zela, citado por la agencia EFE.
El Gobierno de Perú anuncia que ha decidido romper relaciones diplomáticas con México, tras informar que la ex primera ministra peruana Betssy Chávez “está siendo asilada en la residencia de la embajada” mexicana en Lima.https://t.co/V31zcTznbw
— EFE Noticias (@EFEnoticias) November 3, 2025
México también lamenta
Por su parte, el Gobierno de México lamentó la ruptura de relaciones anunciada por Perú y defendió su decisión de otorgar asilo a la ex primera ministra peruana.
La Secretaría mexicana de Relaciones Exteriores (SRE) consideró la medida de Lima como una “decisión unilateral, excesiva y desproporcionada” y afirmó que otorgó asilo a Betssy Chávez “en pleno apego al derecho internacional”, en particular, a la llamada Convención de Caracas, de la que ambos países son parte.
La SRE apuntó que la ahora asilada “ha mencionado que ha sido objeto de reiteradas violaciones a sus derechos humanos como parte de una persecución política” en su contra, y dijo que, según lo establecido internacionalmente, “el otorgamiento de asilo no puede ser considerado un acto inamistoso por ningún otro Estado”.
Además, reafirmó que México seguirá fiel a su tradición de brindar protección a personas perseguidas por razones políticas, y que privilegiará el diálogo y la solución amistosa en estos casos, al tiempo que reiteró los “históricos lazos de amistad” que unen a México y Perú.
Por su parte, el canciller peruano dijo que la versión de México es “tendenciosa e ideologizada” al presentar a Chávez y Pedro Castillo como perseguidos políticos, pero negó que su Gobierno valore intervenir la Embajada mexicana para capturar a la ex primera ministra.
“Esa posibilidad no existe. El Perú es un país respetuoso del derecho internacional y una acción de ese tipo no está prevista en ninguna norma del derecho internacional”, señaló De Zela, quien también dijo que, a pesar de la ruptura anunciada, se mantendrán las relaciones consulares.
Betssy Chávez, quien está siendo procesada por la Justicia de Perú por su presunta implicación en la intentona golpista de Castillo, había estado detenida desde 2013 y en septiembre pasado había sido liberada a la espera de la conclusión del juicio en su contra.
Mientras la Fiscalía pide 25 años de cárcel para ella y 34 para Castillo, tanto la actual presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, como su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, han pedido que se les libere al considerar que fueron ellos quienes en verdad sufrieron un golpe de Estado por parte de los grupos de poder peruanos que dominan el Congreso de ese país.
			











