El Senado chileno desechó la acusación que buscaba destituir al presidente Sebastián Piñera al sumar solo 24 de los 29 votos que, como mínimo, necesitaba para aprobarse. La totalidad de la oposición votó por desalojar al gobernante, mientras que 18 oficialistas lo hicieron en contra, más una abstención.
La semana pasada la Cámara de Diputados la aprobó por 78 votos a favor, 67 en contra y tres abstenciones.
La acusación responsabilizaba al presidente de “infringir abiertamente la Constitución y las leyes” y de “comprometer gravemente el honor de la nación”. Fue consecuencia de conocerse la existencia de un contrato negociado en Islas Vírgenes por una sociedad de los Piñera Morel con su socio y amigo Carlos Alberto Délano.
“Los actos del presidente Piñera corresponden a un actuar deshonesto, abusivo, hechos que rompen la confianza de nuestra nación y que contravienen su rol de jefe de Estado”, dijo ante los senadores el diputado Gabriel Silber, quien agregó: “ha creado una situación de constante inestabilidad y descrédito”.
Por su parte, la diputada Gael Yeomans sostuvo: “esta acusación demuestra un notable conflicto de intereses, negociaciones incompatibles y un actuar sin ética del señor Piñera. Si la acusación se rechaza, seguiremos insistiendo usando todos los mecanismos disponibles a nivel nacional e internacional”.
La defensa de Piñera dijo que “lo que se plantea hoy es una desvaloración de la carrera del Presidente, hay una crítica personal y a su trayectoria”, y que “se improvisa una acusación constitucional con el ánimo manifiesto y declarado, transparentado en intervenciones y en declaraciones en la prensa, de situar su discusión previo a la campaña electoral”.
De acuerdo con analistas, más allá de que Pinera salió ileso porque no se alcanzaron los 2/3 requeridos para destituirlo a cuatro meses del fin de su mandato, queda marcado ante la historia no solo por el fracaso de su gobierno y las masivas y brutales violaciones que se cometieron durante la represión de las protestas sociales, sino también por ser el primer gobernante chileno en enfrentar una debacle política de esa envergadura.