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El senador colombiano Miguel Uribe Turbay, baleado el pasado sábado durante un acto político en Bogotá, muestra signos de mejoría dentro de un cuadro clínico aún crítico, según el último parte médico emitido por la Fundación Santa Fe, refiere un despacho de la agencia Prensa Latina.
La noticia, que ha generado un profundo impacto en la opinión pública y la clase política colombiana, se produce en medio de investigaciones y especulaciones sobre los responsables del atentado, mientras las disidencias de las FARC han negado cualquier implicación en el ataque.
Leve mejoría en un cuadro crítico
De acuerdo con la Fundación Santa Fe, centro hospitalario donde permanece internado el senador y precandidato presidencial del partido Centro Democrático, Uribe “presenta una disminución de su presión intracraneana, con valores de perfusión cerebral con tendencia a la estabilidad”.
El informe, divulgado este viernes, destaca que el paciente sigue bajo manejo multidisciplinario en la unidad de cuidados intensivos, con monitoreo hemodinámico y neurológico continuo, y que la evolución clínica será reevaluada en los próximos días mediante nuevos estudios de imagen cerebral.
“El paciente permanece en condición clínica crítica con pronóstico neurológico reservado”, señala el parte médico, aunque subraya la respuesta positiva al tratamiento indicado para aliviar la presión intracraneal.
De mantenerse esta tendencia, los médicos prevén realizar una nueva valoración imagenológica para determinar el avance de las lesiones y ajustar el manejo terapéutico.
Uribe Turbay, de 39 años y uno de los precandidatos presidenciales más visibles del uribismo, fue atacado a tiros por un menor de 15 años mientras pronunciaba un discurso ante decenas de seguidores en el barrio bogotano de Modelia.
Tras ser sometido a cirugías neuroquirúrgicas y vasculares, permanece en estado crítico, pero los especialistas consideran alentadora la leve mejoría observada en las últimas horas.
FARC disidentes niegan cualquier involucramiento
En medio de la conmoción y las investigaciones en curso, las disidencias de la antigua guerrilla de las FARC, específicamente el Estado Mayor Central (EMC), emitieron un comunicado en el que niegan cualquier participación en el atentado contra Uribe Turbay.
“Las unidades de las FARC-EP no planificamos, ordenamos o ejecutamos ninguna acción contra el político en cuestión”, afirma el texto, divulgado en la página web del grupo armado con fecha del 10 de junio.
El comunicado rechaza las acusaciones del Gobierno colombiano, que había señalado a las disidencias como posibles responsables del ataque, y sostiene que “seguirán como bestias matándose entre ellos mismos para ver quién queda para la presidencial”, en referencia a la violencia política que ha marcado el inicio del año electoral en Colombia.
Tres días después del atentado contra Uribe Turbay, el suroeste colombiano fue escenario de más de veinte ataques atribuidos por el Gobierno a las bandas lideradas por alias “Iván Mordisco”, (Néstor Gregorio Vera Fernández, jefe del Estado Mayor Central (EMC), una de las principales disidencias de las FARC), que dejaron al menos ocho muertos y decenas de heridos.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, sugirió que podría existir una relación entre el atentado al senador y estos hechos violentos en los departamentos del Cauca y Valle del Cauca, aunque hasta el momento no se han presentado pruebas concluyentes que vinculen a las FARC disidentes con el ataque al político.
Impacto y solidaridad de la clase política
El atentado contra Uribe Turbay levantó una ola de rechazo y solidaridad desde todos los sectores políticos.
Los precandidatos presidenciales del Centro Democrático anunciaron la suspensión temporal de sus actividades proselitistas en solidaridad con su compañero herido.
“En solidaridad con nuestro compañero Miguel Uribe, quien hoy lucha por su vida y por Colombia, los demás precandidatos presidenciales del Centro Democrático hemos decidido hacer un alto proselitista”, señalaron en un comunicado conjunto los senadores María Fernanda Cabal, Andrés Guerra, Paola Holguín y Paloma Valencia.
La senadora Valencia, quien había pedido previamente suspender las actividades políticas hasta que existan garantías de seguridad, afirmó: “¿Quién puede hacer campaña con lo que le ha pasado a Miguel? Esto es un ataque contra nuestra democracia, contra toda Colombia”.
El ataque, perpetrado por un adolescente, cuyo nombre no ha sido divulgado por ser menor de edad, fue detenido poco después de los hechos y calificado por la Fiscalía como tentativa de homicidio agravado, porte ilegal de armas y uso de menores en la comisión de delitos.
Un segundo implicado, Carlos Eduardo Mora González, fue arrestado y acusado de coautoría, tras comprobarse que realizó labores de reconocimiento del lugar y logística para el atentado.