El presidente Donald Trump firmó varios decretos este miércoles, entre los que destaca el arancel del 50 % a Brasil, país ya amenazado con la medida en carta al presidente Luiz Inácio Lula da Silva a principios de mes.
En dicha carta, Trump relaciona la nueva tarifa con el juicio que se lleva contra el expresidente de derecha Jair Bolsonaro, por lo que ahora Lula da Silva reitera que su Gobierno “considera injustificable” el uso de argumentos políticos para validar medidas comerciales.
Sanciones a Alexandre de Moraes
El anuncio se produce el mismo día en que Estados Unidos sancionó al juez del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes, quien impuso una serie de medidas cautelares al expresidente Jair Bolsonaro, procesado por intento de golpe de Estado, como una tobillera electrónica y la prohibición de usar redes sociales.
.@POTUS and @USTreasury have sanctioned Brazilian Supreme Court Justice Alexandre de Moraes under the Global Magnitsky sanctions program for serious human rights abuses. Let this be a warning to those who would trample on the fundamental rights of their countrymen—judicial robes…
— Secretary Marco Rubio (@SecRubio) July 30, 2025
El Departamento del Tesoro detalló en un comunicado que las sanciones se enmarcan en la Ley Magnitsky, que autoriza al Gobierno estadounidense a sancionar a ciudadanos extranjeros implicados en actos de corrupción o violaciones a los derechos humanos.
Se trata de una nueva medida de presión por parte de la Administración Trump, aliada de Bolsonaro, que el pasado 18 de julio ya revocó el visado a De Moraes y le prohibió entrar a territorio estadounidense.
Motivación política contra Brasil
Lula da Silva ha subrayado que “la interferencia del gobierno de Estados Unidos en el sistema de justicia brasileño es inaceptable”.
O Brasil é um país soberano e democrático, que respeita os direitos humanos e a independência entre os Poderes. Um país que defende o multilateralismo e a convivência harmoniosa entre as Nações, o que tem garantido a força da nossa economia e a autonomia da nossa política…
— Lula (@LulaOficial) July 30, 2025
También agregó que “la motivación política detrás de las medidas contra Brasil socava la soberanía nacional y la relación histórica entre ambos países”.
Sin embargo, subrayó que “Brasil mantiene su disposición a negociar los aspectos comerciales de su relación con Estados Unidos, pero no renunciará a los instrumentos de defensa del país contemplados en su legislación”.
Además, refiere que el país “defiende el multilateralismo y la convivencia armoniosa entre las naciones, lo que ha asegurado la fortaleza de nuestra economía y la autonomía de nuestra política exterior”.
Junto a ello, insiste en que la economía brasileña “está cada vez más integrada con mercados y socios internacionales clave” y que ya han empezado a “evaluar los impactos de estas medidas y a desarrollar acciones para apoyar y proteger a los trabajadores, las empresas y las familias brasileñas”.
Otros aranceles de la jornada
Trump también impuso “aranceles universales del 50 % a las importaciones de productos de cobre semielaborados”, incluidos tubos, cables y láminas, y “productos derivados con alto contenido de cobre”, de acuerdo con la Casa Blanca en un comunicado.
Estos nuevos aranceles, enmarcados en una política que pareciera asemejar la conducta de un niño malcriado, entrarán en vigor mañana 1 de agosto e incluyen excepciones para productos de cobre que ya están sujetos a los aranceles automotrices.
“El gobierno brasileño considera injustificable el uso de argumentos políticos para validar las medidas comerciales anunciadas por el gobierno estadounidense contra las exportaciones brasileñas. Brasil ha acumulado un importante déficit comercial de bienes y servicios con Estados Unidos durante las últimas décadas”, también argumentó el presidente de Brasil.