A punto de vencer el plazo de tres días y a más de una semana de las elecciones en Venezuela, el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, entregó finalmente al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) las actas de las elecciones presidenciales.
Las actas, convertidas en la manzana de la discordia del proceso, habían sido solicitadas por el TSJ para su investigación sobre los controvertidos resultados de los comicios del pasado 28 de julio.
“Se consigna todo lo solicitado por el máximo Tribunal de la República”, dijo Amoroso en la audiencia sin dar mayores detalles.
Por su parte, Caryslia Rodríguez, presidenta del TSJ y quien dirige la Sala Electoral que dirimirá el recurso de amparo interpuesto por Nicolás Maduro, confirmó la entrega de los documentos y anunció el peritaje de las actas por un período de hasta 15 días prorrogables.
Asimismo, la magistrada comunicó el cronograma de citaciones obligatorias a los candidatos que concurrieron a las elecciones, además de los líderes de los partidos políticos. Estos deberán presentarse ante el máximo tribunal con los documentos requeridos y dispuestos a responder las preguntas que se les realice.
“La falta de comparecencia acarreará las consecuencias previstas en nuestro ordenamiento jurídico vigente”, advirtió Rodríguez.
El viernes, el Supremo realizó una audiencia a la que asistieron el presidente Nicolás Maduro, y los candidatos Antonio Ecarri, Javier Bertucci, Daniel Ceballos, Claudio Fermín, Luis Martínez, José Brito, y Benjamín Rausseo. El único ausente fue el opositor Edmundo González Urrutia, reconocido por EE.UU. y varias naciones latinoamericanas como el ganador de los comicios.
Por su parte, Enrique Márquez, candidato del partido Centrado, asistió a la audiencia, pero se negó a firmar el acta emitida por ese organismo para la investigación sobre las presidenciales.
El pasado 31 de julio Maduro consignó un recurso de amparo ante el TSJ con el fin de que el organismo dirima sobre los resultados del proceso electoral y el presunto ataque contra el mismo, tras considerar que “se busca impulsar un golpe de Estado” en la nación sudamericana.
En un segundo boletín, con 96,87 % de las actas escrutadas, el CNE ratificó el triunfo de Maduro con el 51,95 %, frente al opositor Edmundo González, con 43,18 %.
De acuerdo con el organismo, los comicios alcanzaron una participación de 12 386 669 electores, equivalente a 59,97 % de los votantes.
La guerra de las actas
El CNE no ha publicado las actas de las mesas electorales que contienen el resultado de la elección del 28 de julio. Su web no funciona desde entonces y alega que su sistema fue hackeado, algo también afirmado por Maduro y otras autoridades venezolanas.
Mientras, la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) desconoció los resultados del CNE, y aseguró poseer más de 80 % de las actas electorales, según las cuales el presidente electo sería González Urrutia, un exdiplomático y profesor de 74 años.
Los gobiernos de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, la República Dominicana y Uruguay se negaron desde un principio a reconocer la reelección de Maduro, lo que provocó la orden de Caracas del retiro inmediato de su personal diplomático.
Otras naciones, principalmente del continente, como Panamá; Perú y Guatemala también han mostrado su rechazo a los resultados oficiales, al tiempo que Washington consideró que existen “pruebas abrumadoras” del triunfo opositor.
Francisco llama “a todas las partes” a buscar la verdad y evitar la violencia en Venezuela
A su vez, el Centro Carter, que monitoreó los comicios in situ, estimó que la elección presidencial “no se adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser considerada como democrática” y desde un inicio ha llamado a la publicación de las actas, reclamo compartido por la Unión Europea y gobiernos como los de Colombia, México y Brasil.
Precisamente este trío de naciones, con presidentes de izquierda, ofician una mediación, hasta ahora sin éxito proclamado, para conjurar una crisis de consecuencias regionales.
Desde Santiago de Chile, donde realizaba una visita oficial, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, instó este lunes al diálogo en Venezuela.
“El compromiso con la paz es lo que nos lleva a llamar a las partes al diálogo y a promover el entendimiento entre gobierno y oposición”, sostuvo el líder brasileño.
Evaluación del Washington Post
El candidato de la oposición de Venezuela habría recibido más del doble de votos que el presidente Nicolás Maduro en las elecciones del país la semana pasada, según un análisis del Washington Post publicado este lunes.
El periódico estadounidense afirma haber pesquisado más de 23 mil actas electorales a nivel de parroquias recopiladas por la oposición, una muestra que representa casi 80 % de las máquinas de votación en todo el país.
Investigación penal sobre González y Machado
Entretanto, la fiscalía de Venezuela abrió el lunes una investigación penal contra los líderes opositores María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, por presunta “instigación a la insurrección”, luego de que exhortaran a los militares a ponerse “del lado del pueblo” entre denuncias de presunto fraude en las presidenciales.
“Hacemos un llamado a la conciencia de militares y policías para que se coloquen del lado del pueblo y de sus propias familias. Con esta masiva violación de derechos humanos, el alto mando se alinea con Maduro y sus viles intereses”, señaló una carta abierta suscrita por Machado y González Urrutia, quien firmó como “presidente electo”.
El llamamiento de los opositores ocurre luego de una semana de protestas en las calles contra los resultados oficiales, denuncias de actos de represión y detenciones masivas, y enfrentamientos entre opositores y las fuerzas armadas.
La fiscalía, que había negado previamente la existencia de una orden de detención contra los líderes de la PUD, los acusó también de anunciar “falsamente” un ganador de las elecciones, al considerar que solo el CNE está calificado para hacerlo.
Datos de ONGs hablan de al menos una veintena de fallecidos durante las protestas, en tanto el propio fiscal general, Tareck William Saab, ha reportado más de mil detenciones y la existencia de víctimas entre las fuerzas militares.
El Ejecutivo de Maduro acusa a los manifestantes de actos de violencia y vandalismo, y responsabiliza por ellos a Machado y González Urrutia. Mientras, los opositores aseguran que es el Gobierno quien reprime y acude a la violencia para legitimarse en el poder.
Maduro encara otro enemigo: WhatsApp
En paralelo, Maduro ha convocado también a sus seguidores a actos y concentraciones en las calles. Así sucedió este lunes cuando tuvo lugar una marcha bajo la lluvia hasta el palacio presidencial de Miraflores.
“O estás con la violencia o con la paz, o estás con los fascistas o con la patria, o estás con el imperialismo o con Venezuela”, conminó el gobernante, quien llamó a boicotear la aplicación de mensajería WhatsApp.
“La están utilizando para amenazar a Venezuela y entonces yo voy a eliminar mi WhatsApp de mi teléfono para siempre”, anunció Maduro luego de afirmar la víspera que las redes sociales, concretamente Instagram y Tik Tok, están siendo utilizadas para promover “división” y “odio” entre los venezolanos.
Estados Unidos, por su parte, instó este lunes al gobierno y a la oposición de Venezuela a entablar conversaciones para una “transición pacífica de regreso a la democracia”.
Washington volvió a reconocer la victoria opositora en las cuestionadas elecciones del 28 de julio, aunque aclaró que todavía no reconoce oficialmente a González Urrutia como presidente electo.
“Todavía no estamos en ese punto (de reconocerlo como presidente). Estamos en estrecho contacto con nuestros socios en la región, especialmente Brasil, México y Colombia, para encontrar un camino a seguir”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en un comunicado citado por EFE.
Sobre las actas y los resultados oficiales, Miller dijo que, como ha pasado ya una semana de las elecciones, cualquier prueba que presente el CNE requerirá de “un escrutinio minucioso”. Ello, dijo, debido al “potencial de alteración y manipulación tras ese período de tiempo”.
Mientras su victoria es cuestionada o negada por un grupo de países de América Latina y Occidente, Maduro sí ha sido reconocido por otros como ganador de las elecciones. Entre ellos, por potencias geopolíticas como Rusia, China e Irán, y por aliados en América Latina como Bolivia, Nicaragua y Cuba.
También lo han hecho un grupo de naciones africanas y asiáticas como Argelia, Angola, Nigeria, Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Vietnam.
(Con información de agencias y medios internacionales)