Tan solo unos días después de que científicos chinos compartieran el mapa genético del coronavirus, los investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés) elaboraron un posible ingrediente clave para la vacuna.
Científicos de distintas partes del mundo, desde Australia hasta Francia, junto con varias compañías biotecnológicas y de vacunas, se unieron a la causa, buscando diferentes tipos de inoculaciones.
Investigadores de Texas congelaron una vacuna experimental desarrollada para combatir otro tipo de coronavirus, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS por sus siglas en inglés). Debido a que el nuevo virus es primo cercano del SARS, esa vacuna podría ser útil, señaló en enero el doctor Peter Hotez, de la Escuela de Medicina de Baylor y el Hospital Infantil de Texas.
“La nuestra ya se elaboró y podría estar lista rápidamente”, comentó Hotez, quien creó la anterior vacuna para el SARS con su colega Maria Elena Bottazzi del Hospital Infantil de Texas. Pero “aún no existe una fórmula preestablecida sobre qué es lo que hay que hacer para elaborar una vacuna durante un brote devastador de salud pública”, agregó.
“Tenemos la tecnología ahora. Es factible desde un punto de vista de ingeniería y biológico”, señaló el doctor Barney Graham, subdirector del Centro de Investigación de Vacunas del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. Sin ese paso, “vamos a estar en riesgo de nuevas pandemias”.
Hoy China acaba de informar que espera someter a ensayos clínicos en el próximo mes de abril al primer candidato de vacuna contra el coronavirus, y si resulta efectiva, planea aprobar mediante canales expeditos procedimientos y su uso.
“Varios equipos de investigación recurren a diferentes técnicas para concebir una posible vacuna”, indicó Xu Nanping, el viceministro de Ciencia y Tecnología. “La primera debería ser sometida a ensayos clínicos hacia finales de abril”, señaló en una rueda de prensa en la capital china. Los investigadores locales utilizan varios procedimientos para lograr una vacuna, declaró Zeng Yixin, el vicedirector de la Comisión Nacional de Salud.
Entre estos métodos figuran el uso de un coronavirus inactivo, el uso de ingeniería genética para producir proteínas que sirvan de antígenos, o la modificación de vacunas antigripales, dijo Zeng.
Unas 75 000 personas han sido contagiadas en China continental, de las cuales más de 2 200 han muerto. Fuera de China continental, se han producido 11 fallecimientos y 1 100 contagios en unos 25 países.
Y no era cubana?