Varias ciudades de China decidieron flexibilizar las estrictas medidas anticovid que desataron inéditas manifestaciones en los últimos días. Según declaraciones de los funcionarios ahora “se dan las condiciones para que el país ajuste sus medidas antipandémicas”.
La viceprimera ministra Sun Chunlan, a cargo de supervisar la política de “cero covid”, aseguró este jueves que la baja patogenicidad del SARS-CoV-2 y la alta tasa de vacunación, de más del 90 % de la población entre otros factores, han “creado las condiciones” para que el país “ajuste las medidas contra la pandemia”.
Ciudades como Cantón y Shenzhen anunciaron en las últimas horas la retirada de varias restricciones antipandémicas y algunos de sus distritos permitirán incluso que ciertos contactos cercanos de contagiados considerados vulnerables se confinen en casa, lo que supone un giro considerable con respecto a la política vigente durante estos años.
La estrategia, a la que China permanece aferrada desde hace más de dos años, consiste en el aislamiento de todos los contagiados, estrictos controles fronterizos, confinamientos parciales o totales en los lugares donde se detectan casos y pruebas PCR constantes a la población urbana.
Precisamente el aislamiento ha sido uno de los puntos más controvertidos, dado que las ciudades han de recurrir en ocasiones a instalaciones provisionales y prefabricadas con malas condiciones de salubridad y problemas de acceso a atención médica.
Cantón, que registró protestas en la última semana contra las restricciones, lidia desde hace semanas con un rebrote que arroja miles de nuevos casos diarios, cifras que en el pasado habrían desembocado inevitablemente en un confinamiento general como el que padecieron las ciudades de Wuhan (centro), Shanghái (este) o Xian (centro), entre otras.
A partir del viernes, la metrópolis de Chengdu (suroeste) dejará de exigir un resultado de test negativo reciente para entrar en los lugares públicos o tomar el metro. Sólo será necesario un pase sanitario en verde, que confirma que no se atravesó ninguna zona “de alto riesgo”.
En la capital, Pekín, que se enfrenta al rebrote de COVID-19 de mayor escala de su historia y contra el que ha decretado numerosos cierres, las autoridades sanitarias pidieron a los hospitales que dejen de rechazar a pacientes que no tengan un test PCR negativo de menos de 48 horas. También se ha producido un cierre a gran escala de cabinas de tomas de muestras para pruebas PCR.
Según agencias como AFP, varios decesos se han producido en China por los retrasos en los tratamientos médicos causados por las medidas anticovid. Fue el caso de un bebé de cuatro meses que falleció recientemente por permanecer en cuarentena con su padre. En la ciudad de Xi’an, una mujer embarazada perdió a su bebé en las puertas de un hospital que no le dejaba entrar por no tener un test.
En las manifestaciones de este fin de semana, estos decesos volvieron a cobrar actualidad. En las redes sociales, se hizo viral un mensaje con todos los nombres de las personas fallecidas por negligencias debidas a las restricciones sanitarias.
Pero, en las últimas horas muchas ciudades afectadas por nuevos brotes de coronavirus han empezado a autorizar la reapertura de restaurantes, centros comerciales y escuelas, dejando de lado claramente las estrictas medidas que regían hasta la fecha.
En un análisis publicado el viernes en el Diario del Pueblo, órgano del Partido Comunista, varios expertos en salud apoyaron las medidas tomadas por algunas autoridades locales para permitir que los casos positivos efectúen la cuarentena en casa. El hecho significa un cambio radical respecto a las normas que prevalecen en gran parte del país, que exigen que las personas contagiadas sean confinadas en instalaciones gubernamentales.
El jueves, la ciudad industrial de Dongguan (sur) anunció que las personas con “condiciones específicas” deben ser autorizadas a quedarse en su domicilio durante el aislamiento. Dichas condiciones no fueron especificadas.
Según las cifras oficiales, desde el comienzo de la pandemia fallecieron 5233 personas en China, donde algunos estudios sostienen que el “cero covid” ha salvado millones de vidas.
Efe/OnCuba.