“Los fumadores de malezas serán castigados de acuerdo con la ley coreana, incluso si lo hacen en países donde fumar marihuana es legal. No habrá una excepción “, dijo Yoon Se-jin, jefe de la división de investigación de delitos relacionados con narcóticos en la agencia de policía provincial Gyeonggi Nambu, al Korea Times.
Tras la legalización del cannabis en Canadá, el gobierno surcoreano hizo saber a los 23 mil estudiantes surcoreanos que están en el país norteamericano que “la ley nacional se aplica a ellos sin importar dónde se encuentren”.
Canadá se convirtió en el segundo país en el mundo en legalizar la marihuana recreativa la semana pasada, “pero para los coreanos que esperan probar la droga, sus esperanzas acaban de convertirse en humo” bromea el diario inglés The Guardian.
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La ley surcoreana se basa en el concepto de que las leyes hechas en Seúl aún se aplican a sus ciudadanos en todo el mundo. Los que fuman marihuana podrían enfrentar hasta cinco años de prisión si se prueba que lo hicieron.
Los detalles sobre cómo la policía pondría a prueba a los que regresan de Canadá siguen siendo confusos. Los expertos sugirieron que la aplicación se centraría más en los traficantes de drogas que en los usuarios ocasionales aunque otros hablan de una revisión de las redes sociales de las personas que hayan pasado por sitios con la marihuana legalizada. Varios artistas surcoreanos ya han sido interrogados tras ser sospechados de fumar cannabis.
Son Ga-in cantante de Corea del Sur de K-pop interrogada por marihuana https://t.co/ZQ3Z3Ygqc9 pic.twitter.com/jtCzctjN97
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“Corea del Sur no puede detectar a todos los que visitaron un país extranjero, pero la policía mantiene una lista negra que lleva a ciertas personas a ser supervisadas”, dijo Lee Chang-Hoon, profesor en el departamento de administración de la policía en la Universidad Hannam en Daejeon, también al The Guardian.
La marihuana tiene una larga historia de uso en la fabricación de telas de cáñamo en Corea del Sur. La planta fue prohibida recién a partir de 1976 por el dictador Park Chung-hee. Antes de la prohibición, solo la “marihuana india” se etiquetaba como narcótica y la droga era común en los círculos musicales y artísticos en los años sesenta y setenta, donde muchos tomaron el humo feliz, como se llamaba en ese momento, como inspiración.
En Corea del Norte la cuestión es mucho más flexible. En 2016 un turista inglés escribió en su blog que sobornó a su guía en Pyongyang para comprar una bolsa de marihuana en un mercado y la fumó con impunidad, tanto en parques como en restaurantes y bares.
Algo similar contó un escritor australiano: junto al guía del grupo y sus compañeros de viaje fumaron esa hierba en el hotel. El régimen de Kim III no considera a la marihuana una droga y se la usa bastante para reemplazar al tabaco. En su quinta visita a Kim Jong Un, en junio de 2017, el basquetbolista Dennis Rodman –el basquetbolista que lo visitó varias veces para tomar cerveza y jugar juntos baloncesto– viajó patrocinado por PotCoin.com, una criptomoneda al estilo de BitCoin, utilizada para comercializar marihuana de uso legal: “la banca virtual para la industria del cannabis”, se definen en su web.