El Gobierno canadiense afirmó este miércoles que defenderá el derecho de las empresas del país de mantener relaciones comerciales con Cuba después de que Estados Unidos anunciara que permitirá demandas contra compañías extranjeras que operan en la isla en bienes expropiados a partir de 1959.
La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, afirmó en un comunicado que “Canadá está profundamente decepcionado con el anuncio de hoy”.
“Revisaremos todas las opciones en respuesta a esta decisión de Estados Unidos”, indicó.
Freeland añadió que desde que Canadá supo que EE.UU. activaría los Títulos III y IV de la ley Helms-Burton, que habían estado suspendidos desde que se aprobó la norma en 1996, ha mantenido intensas conversaciones con las autoridades estadounidenses.
“Desde que Estados Unidos anunció en enero que revisaría el Título III, el Gobierno de Canadá ha estado en contacto regular con el Gobierno de EE.UU. para comunicar nuestras preocupaciones sobre las posibles consecuencias negativas para los canadienses”, dijo Freeland.
“Me he reunido con el secretario de Estado (de EE.UU.) Mike Pompeo para trasladar esas preocupaciones. Funcionarios de Canadá y EE.UU. han mantenido discusiones detalladas sobre la ley Helms-Burton y la ley de Medidas Extraterritoriales Extranjeras de Canadá. También he discutido el tema con la Unión Europea”, añadió Freeland.
La ley canadiense permite presentar contrademandas a cualquier denuncia estadounidense relativa a los lazos comerciales entre Cuba y Canadá.
La ministra también explicó que ha estado en contacto con empresas canadienses con intereses en Cuba para reafirmar que su Gobierno defenderá “totalmente los intereses de los canadienses que mantienen relaciones comerciales e inversiones legítimas en Cuba”.
Precisamente hoy, la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, y la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, emitieron un comunicado junto con Freeland en el que lamentaron la decisión de EE.UU.
El comunicado también indicó que la aplicación de medidas unilaterales extraterritoriales a Cuba es “contraria a la ley internacional” y que ambas partes trabajarán juntas para “proteger los intereses de nuestras empresas en el contexto” de la Organización Mundial del Comercio (OMC).