El mortífero ataque de Rusia al Instituto Militar de Comunicaciones de Poltava, en Ucrania, este martes, parece haber cobrado una nueva víctima: el canciller ucraniano Dmitró Kuleba.
Kubela presentó su dimisión en una carta dirigida al parlamento de su país, según anunció el jefe de la Cámara, Ruslán Stefanchuk.
“La Rada Suprema ha recibido una declaración del ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, D.I. Kuleba, sobre su dimisión”, confirmó Stefanchuk, quien también anunció que la renuncia será tratada en una de las próximas sesiones parlamentarias, según reseña EFE.
El motivo explícito de la renuncia no se ha divulgado, pero pudiera tener relación con el momento actual de la guerra, marcado por el ataque ruso a Poltava y los avances del ejército de Moscú en Donetsk, mientras Kiev intenta hacerse fuerte en la región rusa de Kursk.
Kuleba, de 43 años, era canciller desde 2020, y ha dirigido la diplomacia ucraniana durante toda la guerra, apunta la agencia española.
Su salida del gobierno también podría estar motivada por insatisfacciones sobre su trabajo por parte del presidente Volodimir Zelensky, quien, de acuerdo con algunos medios, llevaría un tiempo considerando la posibilidad de destituirlo.
En la última semana ya han dejado su cargo otros cinco altos funcionarios ucranianos: la vice primera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk; la vice primera ministra de Integración Europea, Olga Stefanishina; el ministro de Industrias Estratégicas, Aleksandr Kamyshin; el ministro de Justicia, Denís Maliuska; y el ministro de Protección del Medio Ambiente, Ruslán Streléts.
De acuerdo con EFE, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que estos cambios en el Gobierno de Ucrania no influirán “de ninguna manera” en una posible negociación con Kiev.
“No, esto no influirá de ninguna manera y no tiene nada que ver con las perspectivas de un proceso de negociación”, respondió Peskov a una pregunta sobre este particular.
Los cambios en el Gobierno de Kiev no influirán en las perspectivas de las negociaciones, según Rusia.https://t.co/PaxyjI6K1Y pic.twitter.com/QadSYZiLCp
— EFE Noticias (@EFEnoticias) September 4, 2024
El ataque a Poltava
El ataque ruso con dos misiles balísticos Iskander-M contra el Instituto Militar de Comunicaciones de la ciudad de Poltava, en Ucrania central, mató este martes al menos a 51 personas, según despachos de prensa.
La acción, que también provocó cerca de 300 heridos, fue blanco de acusaciones de negligencia a los mandos militares ucranianos que habrían permitido una concentración de tal magnitud en un posible objetivo militar.
En un mensaje publicado en su canal de Telegram, el presidente Zelenski apuntó que se mantenían las labores de rescate en el lugar y que el ataque alcanzó también un hospital cercano.
Zelenski también contó que el Instituto de Comunicaciones situado en la ciudad fue parcialmente destruido en el bombardeo y ordenó una investigación exhaustiva de lo ocurrido, al tiempo que no especificó si los muertos y heridos son civiles o militares.
Este ataque es considerado uno de los más mortíferos desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022.
El hecho ha generado numerosas reacciones, en particular de aliados a Kiev, como el presidente estadounidense Joe Biden, quien envió un mensaje de apoyo a Ucrania y cargó contra Putin.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, calificó el bombardeo como un “acto de agresión repugnante” y su par alemana Annalena Baerbock calificó lo ocurrido como una “brutalidad sin límites”.
Luego de este ataque, se han reportado otros en las últimas horas, entre ellos uno contra la ciudad de Leópolis (Lviv), en el occidente de Ucrania. En este último habrían muerto al menos cinco personas y una veintena resultó herida, de acuerdo con autoridades locales.
A massive strike by Russia on Ukraine:
● Lviv, 2 buildings destroyed with 6 victims, many people under the rubble
● Kryvyi Rig, destruction reported.
● PPO worked in Kyiv, Poltava, Sumy, Lviv, Rivne, Dnipropetrovsk.
● Power outage in Kyiv and a number of regions. pic.twitter.com/6Tz6zKyOCa— Current Report (@Currentreport1) September 4, 2024
Críticas a los mandos militares
Tras el ataque ruso a Poltava, se han acentuado las críticas a los mandos militares ucranianos.
La diputada Mariana Bezugla, miembro de la comisión de Defensa del Parlamento ucraniano, lamentó la falta de castigos hacia oficiales responsables de incidentes similares en el pasado.
“Las tragedias se repiten. ¿Hasta cuándo?”, cuestionó Bezugla, para quien la irresponsabilidad podría haber contribuido a la magnitud de la tragedia, refiere EFE.
Mientras, algunos de los blogueros militares ucranianos han relacionado el incidente con otros episodios anteriores en que las fuerzas rusas alcanzaron a grupos de militares de su país que habían sido convocados por sus mandos en lugares expuestos a los ataques rusos.
Uno de ellos, el popular analista militar Yuri Butusov, con más de 450 000 seguidores en Facebook, pidió que se tomen medidas contra los responsables por no aplicar las medidas de seguridad necesarias para evitar este tipo de hechos.
El reportero militar y activista Iliá Ponomarenko escribió en su cuenta de la red social X que “no es suficiente con hacer declaraciones” y exigió que se identifique con nombres y apellidos a quienes han cometido la supuesta negligencia para evitar que vuelvan a ocurrir hechos similares.
Canales de Telegram militares rusos como Rybar, colectivo de blogueros favorables a la invasión de Ucrania, aseguran que murieron en el ataque más de un centenar de militares ucranianos, entre los que habría especialistas en comunicaciones y guerra electrónica de gran valor.
Putin en Mongolia
Entretanto, el presidente ruso, Vladímir Putin, recibió este martes una bienvenida con alfombra roja en Ulán Bator, Mongolia, que ignoró los llamados a detenerlo en virtud de una orden de arresto internacional por presuntos crímenes de guerra derivados de la invasión a Ucrania.
El viaje, que concluyó la propia noche del martes, fue el primero que Putin realizó a un país miembro de la Corte Penal Internacional (CPI) desde que el ente emitiera la orden de arresto contra él en marzo de 2023.
Antes de su visita, Ucrania pidió a Mongolia que entregara a Putin al tribunal de La Haya, y la Unión Europea expresó su preocupación por la posibilidad de que el gobierno mongol no ejecutara la orden.
La fugaz estancia del líder eslavo sirvió para que Rusia y Mongolia firmaran acuerdos para un estudio de viabilidad y el diseño de una mejora de una central eléctrica en Ulán Bator.
Igualmente, se pactó garantizar el suministro continuo de combustible de aviación al país asiático, cuna de uno de los imperios más formidables de la historia, en el siglo XIII, solo superado en extensión por el británico.
Putin invitó al presidente mongol, Ukhnaagiin Khurelsukh, a asistir a una cumbre de las naciones BRICS, grupo que incluye a Rusia y China, entre otras, que se celebrará en la ciudad rusa de Kazán a finales de octubre. Khurelsukh aceptó, según la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti.
El mandatario ruso llegó en las primeras horas del miércoles a Vladivostok, el importante puerto ruso del Pacífico, para participar en el Foro Económico Oriental de 2024 donde sostendrá una serie de reuniones internacionales.
En particular, entre los encuentros programados hay conversaciones con el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, el vicepresidente de China, Han Zheng, y el vice primer ministro de Serbia, Aleksandar Vulin.
El lunes, la Unión Europea dijo que comunicó a las autoridades mongolas su preocupación de que la orden de arresto de la CPI no se cumpliera.
El Departamento norteamericano de Estado señaló, por su lado, que si bien comprende la situación geopolítica de Mongolia, considera que no puede servir como “plataforma” para promover la guerra contra Ucrania.
Dada la dependencia de Mongolia con respecto a Rusia y China en las áreas del comercio, la energía y la seguridad, es prácticamente imposible esperar que Mongolia arrestara a Putin, estimó Sam Greene, director de resiliencia democrática del Centro para el Análisis Político Europeo.
“La razón primordial de este viaje habría sido mostrar que Putin puede viajar ahora mismo”, dijo el directivo.
Sin embargo, Dmitry Peskov, vocero del Kremlin, destacó a la televisión rusa que la intención del viaje no era “mostrar algo a los países occidentales”, sino desarrollar relaciones bilaterales entre ambos países que comparten una historia y “maravillosas y gloriosas tradiciones”.