Festejos, banquetes y oraciones celebran este sábado en toda China la llegada del año del dragón, considerado un símbolo de poder, vitalidad y buena fortuna en el zodiaco oriental.
El presidente chino, Xi Jinping, pronunció la víspera un discurso para saludar a sus compatriotas en el inicio del Festival de la Primavera, y reconoció “un entorno internacional excepcionalmente complicado y arduas tareas de reforma y mantenimiento de la estabilidad”.
“Con todo, aunamos fuerzas, superamos múltiples desafíos y progresamos en nuestro viaje para hacer de China un país moderno”, arengó el mandatario.
https://twitter.com/PrensaLatina_cu/status/1487868214340165639
Xi comentó que China ha “agregado certeza y energía positiva a un mundo de cambio y desorden”, y demandó “esfuerzos” para “animar el espíritu emprendedor y la creatividad”, en un año en que el crecimiento económico del gigante asiático quedaría por debajo de 5 %, según previsiones del Fondo Monetario Internacional.
En Beijing, cientos de personas acudieron bien temprano al Templo del Lama para prender varillas de incienso y acompañar a los monjes tibetanos en sus ofrendas.
Dragones hasta en la sopa
Una paisaje común por estos días son los dragones que atestan vidrieras, puertas y calles, en diferentes modalidades, en tiendas y en hogares, para cumplir con la costumbre de colgar figuras del nuevo signo.
El dragón, que sustituye al conejo en el zodíaco asiático, es venerado en China hasta el punto de que muchas parejas deciden intentar procrear durante su año atendiendo a lo auspicioso del símbolo.
Igualmente, las ciudades y pueblos chinos exhiben todo género de farolillos, con el rojo como color dominante, símbolo de la buena suerte para los chinos.
Otro protagonista de la festividad son los hongbao, sobres igualmente rojos con algunos yuanes dentro y que se entregan a familiares y amigos para desear fortuna en el año entrante.
La tradición consigna el gesto como una manera de diseminar la buena suerte a quien la recibe, y lo que prima es más la intención que la cantidad de dinero.
No faltará la pirotecnia con el lanzamiento de petardos y fuegos artificiales, encendidos para ahuyentar malos espíritus. La modernidad tan cara a los chinos, sin embargo, cobra su precio, pues en las grandes ciudades como Beijing estarán ausentes, debido a su prohibición a fin de evitar mayor contaminación y por razones de seguridad.
El Chunyun
Durante una semana, el segundo país más poblado del mundo después de India, se paraliza y cientos de millones de personas regresan a sus orígenes geográficos.
La finalidad de tales viajes es ahuyentar el infortunio y atraer a la prosperidad.
Una de las prácticas más generalizadas es colgar recortes de papel para captar buena suerte a la familia o realizar una limpieza vehemente del hogar.
Esa costumbre dispara el alquiler de servicios a domicilio hasta 300 % ante la llegada del Año Nuevo, una época en la que la también se aconseja deshacerse de objetos viejos.
Las autoridades esperan que este año se produzcan casi 9 mil millones de desplazamientos para el período de 40 días conocido como Chunyun, en los que los viajes son más frecuentes, en momentos en que China disfruta de un escenario post pandémico y está libre de restricciones.
El Festival de la Primavera se celebra igualmente en la llamada Gran China, una región cultural que se extiende por gran parte de Asia Oriental y que comulga con los valores y las tradiciones de la potencia asiática desde el siglo VI antes de nuestra era.
Las fiestas, que comienzan con la primera luna del calendario lunar y termina 15 días después, con la primera luna llena, también se celebran en Corea del Sur, Vietnam y en la diáspora china.
En Myanmar y Malasia, los fieles visitaron templos para pedir por la buena suerte y bendiciones.
En Dharamshala, India, monjes tibetanos exiliados participaron también en las ceremonias para conmemorar el nuevo año.
Tensiones entre Beijing y Taipei
En su discurso, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen, dijo que su país enfrenta un continuo conflicto entre “la libertad y la democracia versus el autoritarismo” que “no solo afecta la estabilidad geopolítica, sino que también tiene un impacto en la reestructuración de las cadenas de suministro globales”.
Tsai aludió a que Taiwán, una provincia rebelde de China, tal como lo considera el gobierno continental, es el principal fabricante de microchips del mundo, que son imprescindibles para hacer funcionar la industria electrónica y, por extensión, la vida moderna.
Calendarios
Contrario a la celebración del nuevo año en la cultura occidental, que se festeja el 1 de enero siguiendo el calendario solar gregoriano, en el mundo oriental se usa el calendario lunar y cada año corresponde a un animal del zodíaco chino, que tiene su propio significado y personalidad.
Según el horóscopo chino, el año 4722 proviene del inicio del reinado del mítico Emperador Amarillo, Huangdi, en el año 2698 antes de la era cristiana. Si a ese número de años se agregan los actuales 2024, se obtiene entonces la cifra de 4722, que se celebra este año.