El Comité Nacional Demócrata entabló el viernes una demanda contra el equipo de campaña del presidente Donald Trump, su hijo, su yerno, Rusia y WikiLeaks, argumentando que conspiraron para ayudar a Trump a ganar las elecciones presidenciales de 2016 al hackear computadoras de su organización y robar decenas de miles de mensajes electrónicos y documentos.
El CND presentó la demanda en el tribunal federal de Manhattan. Solicita una indemnización por daños y perjuicios no especificados y una orden para evitar futuros hackeos a sus sistemas informáticos.
“Durante la campaña presidencial del 2016, Rusia lanzó un ataque sin cuartel contra nuestra democracia, y en la campaña de Donald Trump encontró a un socio activo y dispuesto”, dijo el presidente del CND Tom Pérez en un comunicado.
Pérez calificó el ataque contra el CND como un “acto de traición sin precedentes”.
La demanda sostiene que el complot entre Trump y Rusia surgió a raíz de las relaciones que Trump y sus asociados ya tenían con Rusia y oligarcas rusos.
Trump ha negado repetidamente que haya habido colusión entre su campaña y Rusia.
La querella argumenta que el “ataque descarado contra la democracia estadounidense” comenzó con un ciberataque a sus computadoras y su sistema telefónico, lo que permitió que se llevaran decenas de miles de documentos y mensajes electrónicos. Dijo que el hackeo permitió que Rusia lograra lo que buscaba y apoyara a Trump.
La querella acusa a Donald Trump Jr. de comunicarse en secreto con WikiLeaks, diciendo que en una de esas comunicaciones al hijo del presidente le ofrecieron la contraseña de una demanda en contra de Trump. La demanda también culpa al presidente, diciendo que él elogió la divulgación ilegal de documentos del CND durante todo el otoño del 2016, haciéndolo el tema central de sus discursos y mítines.
La querella dijo que el yerno del presidente, Jared Kushner, fue parte de un complot como alto asesor y funcionario decisivo de la campaña. Dijo que él comenzó a controlar todos los esfuerzos que involucraban información a partir de junio del 2016, empezando con la creación de un “foco de información” de 100 personas en San Antonio, Texas, y contratando a Cambridge Analytica, firma sobre análisis y redes sociales.
La querella dice que el complot “causó un daño severo al CND”, afectando negativamente sus donaciones e impidiéndole comunicar eficazmente los valores y la visión del partido a los votantes y sembrando discordia dentro del partido Demócrata.
“El complot constituyó un acto de traición antes inimaginable: la campaña del nominado presidencial de uno de los principales partidos del país, en línea con una potencia extranjera hostil para aumentar sus probabilidades de ganar la presidencia”, dijo la querella.
“Y, al concretar sus esfuerzos, la conspiración de los acusados para divulgar los documentos robados del CND se hizo en violación de las leyes de Estados Unidos así como las leyes del estado de Virginia y el Distrito de Columbia. Conforme las leyes de este país, Rusia y quienes conspiraron con ellos deben responder por estas acciones”, añadió.
Cambridge Analytica
La firma recolectora de datos Cambridge Analytica, con sede en Gran Bretaña, fue acusada de apropiarse de los perfiles de más de 50 millones de usuarios de Facebook sin su permiso para manipular las elecciones. Un ex empleado de la firma, Christophen Wylie, estuvo involucrado en esa acción y posteriormente contó la historia al periodismo.
Información electoral señala que la campaña de Trump le pagó a Cambridge Analytica unos 6 millones de dólares. Pero la campaña niega haber utilizado la información de la empresa. Dice que empleó la información sobre los votantes del Comité Nacional Republicano.
Cambridge Analytica estuvo respaldada por el multimillonario Richard Mercer, administrador de fondos de alto riesgo que apoyó a Trump. En determinado momento el vicepresidente de la empresa fue Stephen Bannon, quien más tarde sería director de la campaña de Trump y asesor suyo en la Casa Blanca.
El ex asesor de seguridad nacional de Trump Michael Flynn dijo que asesoró a Cambridge Analytica en agosto pasado.
Una firma asociada con Cambridge, Strategic Communication Laboratories, afirmó que esa relación nunca se materializó. La empresa fue vinculada con la investigación que adelanta el fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia rusa con las elecciones estadounidenses. Según el Wall Street Journal, Mueller pidió a la firma que entregue los correos electrónicos de todos los empleados que trabajaron en la campaña de Trump.
Wylie, el informante, que trabajó para Cambridge del 2013 al 2015, dice que su equipo habló con grupos de estadounidenses para identificar las cosas que les preocupaban y buscó formas de explotar esos temores a través de las redes sociales. Asegura haber producido consignas que fueron usadas por la campaña de Trump, como “limpiar el pantano” y “construir un muro” en la frontera con México.
El CEO de Cambridge Analytica Alexander Nix fue filmado en secreto alardeando del importante papel que la firma desempeñó en la campaña de Trump, según se desprende de un video difundido por el Canal 4 del Reino Unido. Nix aparece diciendo que Cambridge se ocupó de “toda la información, todos los análisis, toda la focalización” de la campaña.
AP / OnCuba