Las fuerzas armadas de Estados Unidos y Reino Unido bombardearon más de una docena de instalaciones utilizadas por las milicias hutíes en Yemen, con misiles Tomahawk lanzados desde embarcaciones y submarinos, y con aviones caza, según informaron en Washington funcionarios del gobierno en la madrugada de este viernes.
Los objetivos militares incluían centros de mando, sistemas antiaéreos, depósitos de armas y plataformas de lanzamiento, añadieron.
Estas acciones expanden de facto la guerra y complican aún más el panorama.
El presidente Joe Biden dijo que los ataques tenían el objetivo de demostrar que Estados Unidos y sus aliados “no tolerarán” los incesantes atentados de los combatientes hutíes en el mar Rojo.
Según Biden los actos de piratería han en esa ruta marítima comercial han afectado a tripulaciones de más de 20 países en 27 ataques perpetrados hasta el momento por los grupos rebeldes yemeníes, poniendo en riesgo el comercio mundial. Más de 2 mil han tenido que desviar sus rutas miles de kilómetros para evitar el paso por el mar Rojo.
“No dudaré en ordenar otras medidas para proteger a nuestra gente y el libre tránsito del comercio internacional según sea necesario“, añadió Biden, atrapado en un conflicto que por horas escapa del control de Estados Unidos.
La ofensiva representa la primera respuesta militar de Washington a la campaña de ataques con drones y misiles contra embarcaciones comerciales desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, un gesto de solidaridad yemenita con los palestinos para asfixiar la economía israelí.
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Un alto funcionario hutí, Ali al-Qahoum, prometió que habría represalias. “La batalla será más grande…. y superará la imaginación y las expectativas de estadounidenses y británicos“, afirmó en un mensaje publicado en la red X (antes Twitter).
Al Masirah, un canal de noticias por satélite dirigido por los hutíes, precisó que hubo ataques contra la base aérea de Al Dailami, al norte de Saná, la capital yemenita, el aeropuerto de la ciudad de Al Hudayda, un campamento al este de Saada, el aeropuerto de la ciudad de Taiz y un aeropuerto cerca de Hajjah.
Respuesta yemenita
El movimiento Ansar Allah amenazó con atacar las bases estadounidenses y británicas en la región si tales países amplían la escalada de las hostilidades y aseguró que el movimiento tiene “capacidades“ que les permiten ejecutar su defensa.
Medios israelíes informaron posteriormente del lanzamiento de una gran serie de misiles tierra-tierra por las Fuerzas Armadas yemeníes.
Los hutíes calificaron los bombardeos sobre Yemen como “bárbaros y terroristas“ y que se trata de “una agresión deliberada e injustificada“ que “demuestra que son ellos los que gestionan la agresión contra Gaza“.
Irán responde
Entretanto, Irán incautó un petrolero con crudo iraquí destinado a Turquía en represalia por la confiscación el año pasado del mismo buque y de su petróleo por Estados Unidos.
La captura del St Nikolas, con bandera de las Islas Marshall, supone que la potencia persa se involucra cada vez más en la crisis militar en el Mar Rojo, desafiando a un Estados Unidos que ya exigió a Teherán la liberación inmediata del petrolero y al que Israel trata de comprometer en un ataque demoledor contra los iraníes.
Rusia pide reunión del Consejo de Seguridad
Por su parte, la misión permanente de Rusia ante Naciones Unidas solicitó este viernes de madrugada una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la andanada de ataques anglo-estadounidenses contra posiciones de los rebeldes yemeníes hutíes.
El miércoles, el máximo órgano de la ONU aprobó una resolución en la que pedía a los rebeldes detener sus acciones, aunque estos ya avisaron de que no acatarían la petición hasta que no se pusiera fin al ‘genocidio’ de los palestinos en Gaza.
Las muertes en ese territorio, ya destruido, se acercan a las 24 mil personas en tres meses de asedio y devastación del enclave costero, de apenas 365 km2, la mitad de la ciudad de La Habana.