El presidente Donald Trump anunció que enviará agentes federales a Chicago y Albuquerque, Nuevo México, para luchar contra la delincuencia, intensificando su intervención en las policías locales en medio de una campaña reeleccionista en la que se autotitula el candidato de “ley y orden”.
Empleando la misma retórica que ha utilizado contra la inmigración ilegal, Trump tildó a las ciudades gobernadas por demócratas como focos de caos y la emprendió contra “la izquierda radical”, a la que acusó de la violencia.
“En semanas recientes ha surgido un movimiento radical para quitarle fondos, desmantelar y disolver nuestros departamentos de policía”, declaró Trump el miércoles en un evento en la Casa Blanca, afirmando que los radicales son responsables “de una asombrosa explosión de tiroteos, asesinatos, homicidios y nefastos crímenes de violencia”.
“Este derramamiento de sangre debe cesar, este derramamiento de sangre va a cesar”, dijo Trump.
Esta decisión de despachar agentes federales a ciudades estadounidenses surge en momentos de profundas divisiones sociales, mientras Trump no logra hallar una eficaz estrategia electoral luego de que la pandemia del coronavirus ha dislocado a la economía, tema que enarbolaba como un estandarte.
A menos de cuatro meses de las elecciones, Trump ha insistido en el mensaje de que si gana su rival demócrata Joe Biden la violencia empeorará y los demócratas podrán implementar las reformas policiales que han apoyado desde que la muerte de George Floyd desató una ola de protestas contra la injusticia y el racismo.
Trump y el secretario de Justicia, William Barr, mencionaron solo a Chicago y Albuquerque, pero la Casa Blanca en un comunicado de prensa posterior anunció que la medida se extenderá también a Cleveland, Detroit y Milwaukee.
La delincuencia ha ido en aumento en algunas ciudades desde que fueron revocadas las órdenes de confinamiento.
Expertos en justicia penal hablan de un momento sin precedentes en la historia del país: una pandemia que ha matado a más de 140.000 personas, un alto desempleo, tensiones en torno al racismo y la brutalidad policial, y un estrés colectivo.
Associated Press/OnCuba