La guerra comercial desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mediante la imposición de aranceles a diferentes países, se hace sentir en el bolsillo de los consumidores, dejando huellas en los resultados de la economía.
A la lista de empresas que han asumido medidas para atenuar el impacto de la polémica política económica se sumó este jueves Walmart, una de las cadenas de ventas minorista del país, obligada a subir el precio de muchos de los productos que comercializa, con el fin de mantener la rentabilidad de sus operaciones, reseña la cadena CNN en Español.
BREAKING: In a shocking move, Walmart’s CFO just directly blamed Donald Trump’s tariffs for having to raise prices. This is a disaster for Trump. pic.twitter.com/URdIPCp3YL
— Democratic Wins Media (@DemocraticWins) May 15, 2025
Las ganancias de Walmart en el primer trimestre del año disminuyeron en más de 600 millones de dólares. Y aunque los planes anunciados apuntan a un crecimiento en el siguiente ejercicio, sus proyecciones son cautelosas, teniendo en cuenta el entorno caótico y los constantes cambios en la política arancelaria impuesta por la nueva administración.
Por otra parte, la agencia AP destaca que muchos estadounidenses han reducido sus gastos a medida que se sienten incómodos con la situación económica.
Los datos más recientes manejados por el medio revelaron un crecimiento de ventas más lento para los minoristas, y Walmart reconoció que sus clientes siguen siendo cautelosos y selectivos, lo que evidencia que los aranceles impuestos a países como China lastran el modelo de precios bajos que ha sido un pilar del éxito alcanzado por la compañía.
Medidas sin efecto
Ni el alivio que durante 90 días tendrán los aranceles impuestos a China -pasarán del 145 % al 30 %- ha conseguido corregir la tendencia y los temores.
Las empresas que habían frenado sus importaciones aprovecharán esa ventana de tiempo para garantizar los estantes llenos durante el verano y otoño.
EEUU y China pactan reducir drásticamente los aranceles durante 90 días
Sin embargo, sostienen que deben aumentar los precios debido a los costos de los aranceles y de envíos más costosos debido a la competencia por mandar productos hacia el mercado estadounidense en medio de la incertidumbre.
Señala el medio que Walmart ha tomado precauciones para sortear la turbulencia, entre ellas la de garantizar dos tercios de la mercancía que vende producida en el país, pero ninguna es suficiente para evitar la escalada de precios, según confirmó a los inversionistas Doug McMillon, CEO de la compañía.
Números rojos
Durante el trimestre que terminó el 30 de abril pasado, Walmart ganó 4450 millones de dólares, y el precio por acción se situó en 56 centavos, por debajo de los 63 centavos registrados en el igual período del año 2024, cuando el volumen de ganancias alcanzó los 5100 millones de dólares.
El panorama se repite para otras grandes empresas estadounidenses, forzadas a incrementar el precio de su oferta ante el crecimiento de los costes por los aranceles a los países donde localizan sus producciones.
Mattel Inc., el fabricante de las muñecas Barbie y los autos de juguete a escala Hot Wheels, anunció a principios de mes que tendrá que aumentar los precios “donde sea necesario” a fin de compensar los costos de los aranceles.
La empresa produce el 40% de sus productos en China, y aunque su comunicado trascendió antes de la tregua de 90 días, no se advierte la posibilidad de una marcha atrás en esa postura.
Advirtió sobre los incrementos de precios el 5 de mayo, antes que Estados Unidos y China acordaron una prórroga de 90 días para reducir temporalmente la mayor parte de sus aranceles altísimos, pero los aranceles sobre China permanecen más altos que antes que Trump comenzara a aumentarlos el mes pasado.
En su más reciente anuncio sobre ganancias, Mattel anunció que planea trasladar aproximadamente 500 productos este año de fabricantes en China a fuentes en otros países, en comparación con los 280 productos del año pasado. Y para algunos juguetes muy solicitados, la compañía dijo que incluirá fábricas en más de un país.
A principios de mayo, Microsoft aumentó en torno a los 100 dólares el precio recomendado para minoristas de sus consolas y controladores Xbox en todo el mundo.
Los analistas han advertido reiteradamente que, lejos de ser asumido por países, los aranceles impulsados por Trump en su guerra comercial impactarán en las empresas, a los que no quedará más remedio que trasladar esos costes a los precios finales al consumidor.