Los asesores de Biden esperan una victoria decisiva en la Florida y con ello dejar claro que el vicepresidente de Obama tiene mejores posibilidades tiene de alzarse con el estado y de negarle a Trump un segundo mandato.
En momentos en que las primarias entran en su etapa de definiciones, con la campaña de Sanders al borde del colapso y la de Biden en pleno ascenso, la atención se concentra en estados como el de la Florida, que realiza el martes próximo sus primarias junto con Ohio, Illinois y Arizona. Con 219 delegados, la Florida es el estado más codiciado de la jornada.
Pocos sitios tienen el atractivo electoral de la Florida, durante tres décadas uno de los estados fluctuantes más codiciados. En el 2016 Trump derrotó a Hillary Clinton por un margen de 1,2 puntos porcentuales en la Florida.
“Como siempre, la Florida será vital en el desenlace” de las elecciones, dijo Nikki Fried, comisionado de agricultura del estado que apoya a Biden. “Somos el estado fluctuante por excelencia”.
Sanders nunca ha tenido demasiado respaldo en la Florida. En las primarias del 2016, perdió ante Clinton por un margen de 2-1.
Muchos demócratas de la Florida ya están pensando en las elecciones presidenciales de noviembre, y tratando de movilizar gente.
La agrupación Organizing Together 2020, dirigida por Fried, dice que contratará personal, registrará votantes, entrenará a voluntarios y pondrá toda su estructura al servicio del Partido Demócrata tras la convención de julio. El comité de acción política For Our Future cuenta con el aparato de campaña que servía a Mike Bloomberg antes de que se retirase de la contienda.
Una fuerte participación daría ímpetu a los demócratas en la Florida, aunque es difícil hacer pronósticos dado que hay muchos independientes.
Los demócratas saben que será difícil captar votos independientes. Unos 3,6 millones de los 13,6 millones de votantes son independientes. No podrán votar en las primarias, pero sí en las generales.
“La Florida es un estado interesante. Dependiendo de dónde te encuentras, puede ser muy conservador o muy progresista”, comentó el alcalde de Saint Petersburg Rick Kriseman, quien es demócrata. “Tenemos muchos moderados e independientes. Creo que a Biden le irá bien aquí con los demócratas y los independientes. Y con los republicanos que buscan una alternativa a Trump”.
Ashley Walker, de Organizing Together, dijo que será importante tener una buena organización de bases que vaya de puerta en puerta en los condados que fueron reñidos en el 2016, como el de Pinellas, que incluye a Saint Petersburg, donde Trump ganó por 5.500 votos, y Pasco, suburbio al norte de Tampa que se pasó a los republicanos en las elecciones de mitad de término del 2018.
Los demócratas no tienen asegurado el voto hispano en la Florida, sobre todo el de los casi 2 millones de residentes cubanos, venezolanos y nicaragüenses, cuyos gobiernos generan resistencia a los políticos de izquierda.
Daisy Báez, exlegisladora estatal demócrata que dirige la organización Dominicanos con Biden, dijo que su objetivo es “captar el voto de una comunidad específica”.
A Biden no le bastaría con ganar la primaria. También debe atraer a los partidarios de Sanders, lo que no será fácil.
Nick Mora, estudiante de 24 años de la Universidad Internacional de la Florida, participó hace poco con otros 20 estudiantes en una marcha por el campus exhortando a votar por Sanders. Admitió que los reveses del martes de esta semana fueron un golpe duro, pero dijo que no se da por vencido.
“Biden no tiene las mismas propuestas de Bernie”, dijo Mora. “Me parece que el movimiento progresista está siendo muy resistido y que no habrá mucho que podamos hacer si votamos por Joe Biden. De modo que pelearemos hasta el final”.