Es el sueño de millones de profesionales estadounidenses: tener un alivio en el pago de la deuda contraída para estudiar en las universidades. Deudas de préstamos estudiantiles, tanto privados como públicos.
Este miércoles, el presidente Joe Biden ha cumplido con ese sueño y con su promesa electoral al conceder a los contrayentes de los préstamos estudiantiles públicos la anulación entre 10 000 y 20 000 dólares en función de sus ingresos.
Las personas que ganen menos de 125 000 dólares al año y las familias que ganen menos de 250 000 serán elegibles para la condonación de 10 000 dólares en deudas, anunció Biden. Para los beneficiarios de las becas Pell, reservadas para los universitarios más necesitados, el Gobierno Federal condonará un máximo de otros 10 000 dólares en deuda estudiantil federal.
Además, Biden prorrogó de nuevo, hasta fines de 2022, la suspensión de pagos de deudas estudiantiles, aunque aclaró que esta sería “la última vez” que lo hace.
Si el plan sobrevive a las demandas judiciales que seguramente atraerá, dará un ansiado alivio económico a buena parte de la población justo antes de las elecciones de medio término en noviembre, lo cual ha provocado críticas de sus adversarios republicanos.
En total suman más de 43 millones de personas que tienen deudas estudiantiles, 37 667 dólares, según datos federales. Casi una tercera parte de los endeudados deben menos de 10 000 dólares y aproximadamente la mitad tienen deudas de menos de 20 000. La Casa Blanca calcula que su plan eliminará las deudas de unos 20 millones de personas.
Los partidarios del plan señalan que reducirá la brecha racial, pues los estudiantes negros son más susceptibles a pedir préstamos para poder estudiar y sus deudas tienden a ser mayores.
Cuatro años después de obtener la licenciatura, los prestatarios de las personas negras tienen deudas que promedian 25 000 dólares más que las blancas, según cifras del Instituto Brookings.
Aun así, es poco probable que la medida satisfaga a las distintas facciones que pugnan por influencia mientras el gobierno sopesa cuánta deuda cancelar y a quién. Biden ha enfrentado la presión de sectores de centro-izquierda a fin de proporcionar un alivio más amplio a los prestatarios más afectados.
Los moderados y los republicanos cuestionan la justicia de cualquier condonación generalizada.