La política migratoria es competencia de las autoridades federales y los estados no deberían “entrometerse” en ella, dijo la Casa Blanca después de que Greg Abbot, el gobernador de Texas, autorizara a las fuerzas de seguridad a enviar de regreso a la frontera con México a los migrantes que detienen.
El pasado jueves Abbott firmó una orden ejecutiva que faculta a la Guardia Nacional y al Departamento de Seguridad Pública “a detener a los inmigrantes que crucen ilegalmente los puertos de entrada y devolverlos a la frontera“ para, según él, “proteger a los estadounidenses y asegurar la frontera sur“.
Abbott “tiene un historial de causar caos y confusión en la frontera“, dijo en rueda de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
En abril el gobernador decidió aumentar la inspección de camiones en la frontera con México, lo cual afectó el flujo comercial. Asimismo, envió a Washington autobuses con migrantes indocumentados.
La Operación Lone Star, una iniciativa de seguridad fronteriza lanzada en 2021 por Abbott como respuesta al aumento de los cruces fronterizos, “puso a los guardias nacionales y a las fuerzas del orden público en situaciones peligrosas y provocó una pesadilla logística“, dijo otro portavoz de la Casa Blanca.
El presidente Biden “se enfoca en soluciones de políticas reales para asegurar verdaderamente nuestra frontera: instalar nueva tecnología fronteriza, garantizar niveles récord de financiamiento para el Departamento de Seguridad Nacional, realizar más de 2.800 arrestos en los primeros tres meses del lanzamiento de una campaña contra el contrabando sin precedentes“, enfatizó.
Hace una semana la Corte Suprema de Estados Unidos dio luz verde al gobierno de Biden para poner fin al programa Quédate en México, puesto en marcha por el ex presidente Donald Trump en 2019 y que permite enviar de vuelta a los solicitantes de asilo para que esperen la resolución de sus casos del otro lado de la frontera.
Domingo García, el presidente de la Liga de Ciudadanos Latinos Estadounidenses (LULAC), llamó al fiscal general de Estados Unidos y a los fiscales de distrito de los condados a lo largo de la frontera con México a “investigar al gobernador Abbott y al vicegobernador (Dan) Patrick por posibles violaciones penales y civiles de las leyes federales y estatales“.
El gobierno mexicano atribuye la iniciativa de Abbott “a un contexto de campaña electoral en el estado de Texas“ en vista de las elecciones legislativas de medio mandato de noviembre, que incluyen las de gobernadores.
La crisis migratoria será uno de los temas principales que Biden abordará con Andrés Manuel López Obrador el próximo martes en Washington.
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en mayo se rompió un nuevo récord en el número de encuentros con migrantes irregulares en la frontera sur de Estados Unidos con 239 416 personas.