¿Informante o traidor, filtrador de información o héroe público?
Edward Snowden, el contratista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), puso al descubierto hace cinco años los métodos de espionaje del gobierno estadounidense, pero altos funcionarios de inteligencia se quejan de que continúan saliendo revelaciones basadas en el mar de documentos clasificados que puso disponibles al público.
Esto incluye artículos periodísticos recientes sobre un programa de vigilancia a gran escala administrado por Japón, estrecho aliado de Estados Unidos, y cómo la NSA observaba a usuarios de bitcoins para compilar inteligencia a fin de combatir el terrorismo, el tráfico de narcóticos y el lavado de dinero, ambos publicados en The Intercept, un cibersitio noticioso de investigación que tiene acceso a los documentos de Snowden.
Uno de los principales funcionarios de contrainteligencia dijo que los periodistas han difundido sólo 1 por ciento de la información robada por Snowden, de 34 años, que vive exiliado en Rusia, “así que no vemos un pronto fin a este asunto”.
“En el último año tuvimos más documentos internacionales e infracciones relacionadas con Snowden que nunca”, dijo Bill Evanina, que dirige el Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad, en una conferencia reciente. “Desde que Snowden se marchó en 2013, miles de artículos han circulado en el mundo con información en verdad sensible que fue filtrada”.
El 5 de junio de 2013, The Guardian publicó en Gran Bretaña el primer artículo basado en las filtraciones de Snowden. Reveló que un tribunal, mediante una orden secreta, había permitido al gobierno de Estados Unidos pedir a Verizon compartir los registros telefónicos de millones de estadounidenses.
Historias posteriores, incluidas las publicadas en The Washington Post, revelaron más fisgoneos y cómo las agencias de espionaje de Estados Unidos y Gran Bretaña habían accedido a información de los cables utilizados para el tránsito telefónico y de Internet en el mundo.
Los defensores de Snowden sostienen que el gobierno de Estados Unidos ha exagerado durante años los daños causados por las revelaciones del acusado.
Glenn Greenwald, experiodista de The Guardian, dijo que hay “miles de miles de documentos” que los periodistas han decidido no publicar porque podrían dañar la reputación o el derecho a la privacidad de personas porque expondría “programas de vigilancia legítimos”.
“Han pasado casi cinco años desde que los periódicos en el mundo comenzaron a informar sobre el archivo de Snowden y la NSA ha hecho todo tipo de pronunciamientos estridentes e imprudentes sobre el ‘daño’ causado, pero nunca ha presentado pruebas de un solo caso de una vida puesta en peligro y mucho menos una perjudicada”, señaló Greenwald.
AP / OnCuba