Michael Cohen, ex abogado personal del presidente Donald Trump, regresó el jueves al Congreso para responder preguntas a puertas cerradas después de afirmar que su antiguo jefe es un “racista” y “estafador” que mintió acerca de sus transacciones comerciales con Rusia y le ordenó ocultar sus aventuras extramaritales.
Cohen respondía a la Comisión de Inteligencia de la cámara baja, en la última de tres comparecencias esta semana.
Cohen, quien se declaró culpable de mentir al Congreso y en poco tiempo empezará a purgar una condena de tres años de prisión, dijo en su comparecencia de la víspera que Trump sabía de antemano que se difundirían correos electrónicos perjudiciales para la campaña de la demócrata Hillary Clinton –algo que el presidente ha negado– y lo acusó de mentir durante la campaña de 2016 acerca de un proyecto inmobiliario en Moscú.
También dijo que Trump le ordenó pagarle a una actriz porno para que no revelara que el ahora presidente había tenido relaciones sexuales con ella 10 años antes. Dijo que el presidente prometió reembolsarle la suma y presentó en la audiencia la copia de un cheque que según él era la prueba de la transacción.
La flemática declaración de Cohen sobre pagos secretos y mentiras tuvo lugar mientras Trump se encontraba a miles de kilómetros, en reuniones con el líder norcoreano Kim Jong Un. Trump dijo el jueves que trató de escuchar la declaración de Cohen lo más que pudo. Calificó la audiencia de “falsa” y dijo que le parecía “terrible” que los demócratas la realizaran durante la cumbre.