El ex jefe de campaña de Donald Trump, el controversial activista de extrema derecha, Steve Bannon, está a punto de ser, figurativamente, incinerado por el sistema judicial estadounidense.
Este lunes comenzó la selección del jurado en Washington DC, que ventilará los cargos de desacato contra Bannon, por rehusarse a comparecer ante el comité de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Bannon fue acusado en noviembre de dos cargos de desacato al Congreso, un mes después de que el Departamento de Justicia recibiera una remisión del ente legislativo. Cada cargo conlleva un mínimo de 30 días de cárcel y hasta un año tras las rejas.
A primera hora de la tarde, ocho miembros del jurado se habían sentado en una lenta sesión conocida como voir dire, la etapa en que se exponen las pruebas que son integradas al proceso. En las primeras horas, gran parte del interrogatorio de los posibles jurados por parte del abogado de Bannon, Evan Corcoran, se centró en la cantidad de audiencias del 6 de enero que vieron y si tienen opiniones sobre el comité y su trabajo.
En un caso, un posible miembro del jurado le dijo rotundamente al juez federal de distrito Carl Nichols que permanecer imparcial sería “un desafío” para él, ya que “creo que (Bannon) es culpable”.
Esta admisión, además de descalificar al posible miembro del jurado, provocó el interrogatorio de otros que se habían sentado junto al hombre para determinar si comparten su opinión.
Hace más de una semana, Bannon notificó al comité que ahora está dispuesto a testificar. Su exabogado, Robert Costello, dijo que el cambio se debió a que Trump había renunciado a su privilegio ejecutivo de impedir el testimonio.
Bannon, de 68 años, fue uno de los más destacados aliados de Trump al negarse a testificar ante el comité. Argumentó que su testimonio estaba protegido por el privilegio ejecutivo de Trump, que permite a los presidentes retener información confidencial de los tribunales y el poder ejecutivo.
Trump ha reafirmado repetidamente ese privilegio ejecutivo, a pesar de que es un expresidente, para tratar de bloquear el testimonio de los testigos y la publicación de documentos de la Casa Blanca.
En enero, la Corte Suprema falló en contra de los esfuerzos del exmandatario para impedir que los Archivos Nacionales cooperen con el comité, después de que un juez de primera instancia, Ketanji Brown Jackson, ahora en la Corte Suprema, señalara, en parte, que “los presidentes no son reyes”.
El comité también señaló que Trump despidió a Bannon de la Casa Blanca en 2017 y, por lo tanto, Bannon era un ciudadano privado cuando estaba interactuando con el presidente en el período previo a los disturbios.
El juez Nichols rechazó las mociones para retrasar el juicio por desacato en audiencias separadas la semana pasada, incluido el jueves pasado, cuando los abogados de Bannon expresaron su preocupación sobre un informe de CNN que se emitió desde entonces acerca de su cliente y lo que refirieron como comentarios perjudiciales realizados durante una audiencia celebrada la semana pasada por la Cámara.
“Estoy consciente de las preocupaciones actuales sobre la publicidad y el sesgo y si podemos sentar un jurado que sea apropiado y justo, pero como dije antes, creo que el curso apropiado es pasar por el proceso de voir dire”, dijo Nichols el jueves. El juez afirmó que tenía la intención de conseguir un jurado que fuera “apropiado, justo e imparcial”.
Si bien el magistrado permitió que el juicio avanzara, dejó abierta la posibilidad de que las cartas sobre la renuncia de Trump a su privilegio y la oferta de Bannon de cooperar con el comité pudieran ser referenciadas en el juicio, diciendo que la información era “al menos potencialmente relevante” para la defensa de Bannon.
Roscoe Howard Jr., exfiscal federal en Washington, comentó a la agencia AP que lo mejor para Bannon es si su disponibilidad de cooperar con la justicia es integralmente explicada al jurado. Pero incluso si lo hace, la afirmación de que el privilegio ejecutivo le impidió cooperar antes será un argumento difícil de defender porque Bannon se negó a responder a la citación, dijo Howard.
“Tienes que presentarte para invocar el reclamo de privilegio. No puedes llamar por teléfono”, precisó.