La semana pasada el expresidente Donald Trump invitó a cenar a dos conocidos activistas de la extrema derecha, conocidos por sus posiciones antisemitas, racistas y misóginas. Se trata de Nick Fuentes, famoso por negar la existencia del Holocausto judío, y el rapero Kanye West, otro antijudío y exmarido de Kim Kardashian.
La cena provocó el rechazo inmediato de los demócratas después que se supo su contenido. Según el entorno de Trump, hubo conversaciones sobre la supuesta penetración judía en el sistema político estadounidense y sobre la necesidad de deshacerse del presidente Biden, principalmente tras las pasadas elecciones de medio término, donde los republicanos no alcanzaron las posiciones que aspiraban.
El problema, indicó el analista Josh Gerber a la cadena CBS, fue que en el encuentro se “destacó la necesidad de Trump de apuntalar su posible candidatura presidencial con lo más extremista” que hay en Estados Unidos.
Pero no fueron solo los demócratas los indignados. El exvicepresidente Mike Pence, que cada día que pasa se distancia más del hombre al que sirvió durante cuatro años, también ha tomado cartas en el asunto.
“El presidente Trump se equivocó al darle un asiento en la mesa a un nacionalista blanco, un antisemita y negador del Holocausto, y creo que debería disculparse por ello. Y debería denunciar sin reservas a esos individuos y a su retórica de odio”, dijo Pence a NewsNation.
Trump “demostró un juicio profundamente pobre al darles a esas personas un asiento en su mesa”, dijo, y agregó que no cree que el exmandatario sea necesariamente “un racista o un intolerante”.
Este último comentario fue cuestionado por otro crítico, el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, quien no llegó al punto de enfrentar directamente a Trump sino concentró su crítica sobre Fuentes.
“Condeno su ideología, no tiene lugar en nuestra sociedad. El expresidente puede reunirse con quien quiera, pero también pienso que nadie debe reunirse con Nick Fuentes”, enfatizó.
The New York Times señaló que en seguida McCarthy “mintió” al decir que Trump ha condenado “cuatro veces” a Fuentes, sino que lo que el exmandatario ha dicho repetidamente es que no conocía quien es Fuentes. “El expresidente no sabía quien era”, pero también “no creo de que deba asociarse con él”, subrayó.
“En el Partido Republicano no hay espacio para el antisemitismo o los supremacistas blancos”, enfatizó McCarthy.
Pence es visto como un posible candidato republicano para las elecciones de 2024 y ha hablado a favor de las políticas de Trump y su tiempo en su administración. Pero ha roto con el expresidente por su apoyo al fracasado golpe de Estado del 6 de enero de 2021, el ataque al Capitolio.
Recientemente dijo en una entrevista con CNN que las palabras y el tuit de Trump del 6 de enero “fueron imprudentes” y que cree que en 2024 hay “mejores opciones” que Trump.
Por su parte, el senador republicano Marco Rubio, de Florida, comentó que Fuentes “es un proveedor y esparcidor de un mal, un veneno”.Y dijo de West: “no lo conozco, pero con el tipo tengo algunos problemas”.
Cuando se le preguntó si Trump debería condenar a Fuentes, Rubio expresó: “Espero que lo haga. Porque sé que no es antisemita. Puedo decir como un hecho que Trump no lo es, pero este tipo [Fuentes] es malvado. Y es una persona desagradable y repugnante. Es un payaso idiota”.
Mientras tanto, el senador republicano Mitt Romney condenó duramente que Trump haya sido el anfitrión.
“Creo que es repugnante invitar a personas así a reunirse con un expresidente de Estados Unidos. Creo que ha quedado claro que no hay fondo en el grado en que el presidente Trump se degradará a sí mismo y a la nación”, dijo Romney.
Al serle sugerido si Trump debería disculparse, Romney dijo: “No lo hará. Cree que nunca hace nada malo”.