La Navidad llegó y se fue, pero el cierre parcial del gobierno apenas está comenzando.
Hoy miércoles es el primer día hábil después de que varios departamentos y agencias gubernamentales cerraron el fin de semana debido al desacuerdo presupuestario entre el presidente Donald Trump y el Congreso.
Hasta ahora, se veía menos porque el gobierno cierra los fines de semana y los empleados federales no trabajan ni el 24 ni el 25. Como se conoce, el cierre comenzó a la medianoche del viernes pasado.
Trump dijo ayer martes que las agencias del gobierno afectadas por la medida seguirán cerradas hasta que los demócratas acepten cerrar la frontera entre Estados Unidos y México.
Durante ese cierre, los programas clasificados como “esenciales” continuarán funcionando, entre ellos el control de tráfico aéreo y el mantenimiento del sistema eléctrico.
Las agencias afectadas incluyen los departamentos de Seguridad Nacional, Estado, Agricultura, Comercio, Vivienda y Desarrollo Urbano, Interior, Justicia y Transporte, así como la NASA, la Administración de Alimentos y Medicamentos y la Agencia de Protección Ambiental.
A unos 800,000 trabajadores federales de esas agencias no se les pagará. Y se espera que unos 420,000 empleados trabajen sin paga.
En 2013, cuando el Congreso no llegó a un acuerdo sobre el presupuesto por los intentos republicanos de retrasar el Obamacare, el cierre causó que más de 800.000 trabajadores públicos fueran suspendidos temporalmente de sus funciones y no recibieran sus salarios. Históricamente, el Congreso les paga luego.
Durante aquel cierre de 2013, millones de personas tampoco pudieron visitar más de cuatrocientos parques nacionales y monumentos.
Cuando se le preguntó cuándo se reabriría completamente el gobierno, Trump respondió: “No puedo decirle cuándo. Puedo decirle que no se abrirá hasta que tengamos un muro o una cerca, como quieran llamarlo”, dijo.
“Lo llamaré como quieran, pero es lo mismo”, dijo a los periodistas después de participar en una videoconferencia con representantes de las cinco ramas de las fuerzas militares estacionadas en Alaska, Bahrein, Guam y Qatar.
Trump argumentó que los flujos de drogas y el tráfico de personas solo pueden ser detenidos por un muro. “No podemos hacerlo sin una barrera. No podemos hacerlo sin un muro”, dijo. “La única forma de hacerlo es teniendo una barrera física, es decir, un muro. Y si no lo tenemos, entonces no estamos abriendo el gobierno”.
Los demócratas se oponen a gastar dinero en el muro, prefiriendo en cambio inyectar los dólares en cercas, tecnología y otros medios para controlar el acceso a la frontera.
Asimismo, afirmó que muchos de estos trabajadores afectados “me dijeron: ‘manténganse así hasta que obtenga los fondos para el muro’. “Estos trabajadores federales quieren el muro. Los únicos que no quieren el muro son los demócratas”.
El presidente no identificó a esos trabajadores federales. Pero muchos han ido a las redes sociales con historias de las dificultades financieras que esperan enfrentar debido a ese cierre.