La Corte Suprema de Estados Unidos dijo ayer viernes que decidirá si el presidente Donald Trump puede excluir a las personas que viven ilegalmente en el país del conteo del censo que es usado para asignar escaños en la Cámara de Representantes.
La medida de Trump había sido bloqueada por una corte menor, y los jueces del tribunal supremo no estaban obligados a considerar la causa. En su orden el viernes indicaron que decidirán el asunto a inicios de enero, cuando Trump debe reportar ante el Congreso los resultados del censo, que se realiza cada diez años.
Cuando declaró que esa política era ilegal, un panel de tres jueces federales dijo que nunca en la historia de Estados Unidos han sido excluidos los inmigrantes del conteo de población que determina cómo son divididos entre los estados los escaños en la cámara baja y, por extensión, los votos del Colegio Electoral.
La nominada por Trump a la Corte Suprema, Amy Coney Barrett, pudiera participar en el caso (como es muy probable) si es confirmada para entonces.