La audiencia de la ex directora de Comunicaciones de la Casa Blanca, Hope Hicks, en el Comité Judicial de la Cámara de Representantes constituyó el último ejemplo de la estrategia de la administración Trump para bloquear las investigaciones de los demócratas.
Los abogados de la Casa Blanca le dijeron al comité: “la Sra. Hicks no podía ser obligada a hablar sobre los hechos que ocurrieron durante su servicio como asesora principal al presidente”. “Inmunidad absoluta” –fue la expresión que emplearon. “Con el debido respeto, eso es una absoluta tontería en términos de la ley”, dijo en respuesta el demócrata Jerrold Nadler, presidente del Comité Judicial de esa instancia.
El equipo legal de Hicks, que incluía a dos de sus abogados personales y tres de la administración, bloqueó las preguntas, incluso las relacionadas tangencialmente con su servicio en la Casa Blanca… y hasta el lugar donde se sentó en la residencia presidencial.
En un momento determinado, la representante Ted Lieu (D-CA) le hizo preguntas a Hicks acerca de cómo era el clima durante su primer día en la Casa Blanca con el objetivo de “mostrar cuán absurdas son esas objeciones”. Hicks dijo que estaba nublado.
De acuerdo con una transcripción de la audiencia publicada el jueves, la
Casa Blanca le ordenó a Hicks negarse a responder 155 preguntas sobre su trabajo en el ala oeste del edificio. No contestó preguntas sobre el presidente y sus acciones, sus conversaciones con él e incluso con funcionarios de la Casa Blanca.
Hicks testificó durante más de ocho horas a puertas cerradas.
Sin embargo, según Nadler le quebró los ventanales a Trump al dejar claro que “ella sabía que la ayuda extranjera debería ser rechazada y reportada al FBI”, algo que la campaña de Trump no hizo.
Los demócratas le pidieron a Hicks leer partes de su testimonio en el informe de Mueller, lo cual generó objeciones de un abogado. “¿Usted lo objeta” — preguntó Nadler– “a pesar de que esto se cuenta en el informe del fiscal especial?”.
“Me opongo, señor presidente”, respondió Michael Purpura, el abogado. “La pregunta le pidió caracterizar si un hecho era correcto, lo cual le haría hablar sobre cosas que presenció y observó como asesora cercana del presidente”, dijo.
Nadler y los demócratas se enfrentaron con los abogados de Hicks sobre la legitimidad de los reclamos de inmunidad y tomaron medidas para sentar las bases de una batalla judicial y para poder disputarlos. No había muchas esperanzas de que Hicks diera información sobre su tiempo y su trabajo en la Casa Blanca.
Varios legisladores demócratas pensaron sin embargo que podría dar algunas pistas útiles para la investigación al responder preguntas sobre la campaña presidencial de 2016 y la transición.
Pero tampoco lograron mucho. La ex modelo dijo con frecuencia que no recordaba ciertos detalles y fue vaga en sus respuestas. En un momento, confirmó que Trump le había ordenado emitir una declaración en la que se negaba haber tenido alguna relación con Karen McDougal, la ex modelo a la que el ex abogado del presidente, Michael Cohen, le pagó 150,000 dólares para comprar su silencio.
Cuando la representante Debbie Mucarsel-Powell (D-FL) le preguntó si estaba involucrada en algún “mensaje de campaña contra la inmigración”, le ripostó: “no creo que ninguno de los mensajes del Sr. Trump sea antinmigrante”.
El representante David Cicilline (D-RI) le preguntó si la campaña de Trump estaba “feliz” de que Wikileaks publicara los correos electrónicos jaqueados de la de Hillary Clinton. “No creo que ‘feliz’ sea una caracterización justa” –fue su respuesta. “Creo que sería más preciso decir el alivio de no ser la única campaña con problemas”.
Los miembros republicanos consideraron la sesión una farsa. “Esto es realmente una farsa, francamente”, dijo el representante Andy Biggs (R-AZ). “Es una pérdida de tiempo, una pérdida de nuestro tiempo”.
El representante Ted Deutch (D-FL) le dijo a la prensa que Hicks debería presentarse de nuevo ante el Comité. “Debemos rehacer lo que estamos haciendo hoy aquí, debería ser en público”, dijo Deutch.
“Necesita que la obliguen a responder las preguntas, y si se necesita ir a la corte para lograrlo, entonces, por supuesto, deberíamos hacerlo”.