Frente al aumento en el número de migrantes que entran por la frontera suroeste y las de críticas desde todos varios sectores sociales, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, dijo hoy martes que la situación está controlada y defendió la política de permitir que los niños que cruzan solos permanezcan en el país.
Reconoció que el aumento en el número de niños, en su mayoría centroamericanos, constituye un reto para la Patrulla Fronteriza y otras agencias en medio de la pandemia. Pero rechazó la medida del gobierno del expresidente Donald Trump de enviarlos inmediatamente a México u otros países.
“Son niños vulnerables y hemos puesto fin a la práctica del gobierno anterior de expulsarlos”, dijo Mayorkas en su declaración más detallada hasta el momento sobre una situación en la frontera que caracterizó como “difícil”, pero no crítica, como han dicho los detractores.
La ola de migrantes que intenta cruzar la frontera está en su pico máximo desde mediados de 2019 pero podría superar el récord de los últimos veinte años. Se ha convertido en una prueba en el inicio de la presidencia de Joe Biden, quien intenta romper con su predecesor Donald Trump y sus políticas de limitar la inmigración, tanto legal como ilegal.
Los legisladores republicanos sostienen que el apoyo de Biden a una ley de inmigración, así como su decisión de permitir a las personas solicitar asilo, han convertido al país en un imán para inmigrantes, pero Mayorkas señaló que las oleadas no son algo nuevo y ques se produjeron incluso durante la época de Trump.
Algunos demócratas atacan al gobierno de Biden por encerrar a los niños en instalaciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza durante más de las 72 horas permitidas debido a la falta de lugar en los refugios regentados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
El número de niños que cruzan solos la frontera aumentó 60% de enero a más de 9 400 en febrero, según las estadísticas más recientes. Se atribuye el aumento a factores como los trastornos económicos ocasionados por la pandemia en Centroamérica y dos huracanes que golpearon a la región.
Las autoridades estadounidenses reconocen que probablemente los traficantes han alentado a las personas a tratar de cruzar la frontera.
Los migrantes menores de 18 años pueden permanecer en el país mientras el gobierno decide si pueden reclamar legalmente la residencia, sea bajo la ley de asilo u otra razón.
Estados Unidos sigue expulsando a la mayoría de los adultos y familias a México o sus países de origen. Mayorkas dijo que se permiten excepciones en los casos de adultos con “ciertas vulnerabilidades agudas” que no especificó, o de familias cuando las autoridades mexicanas no tienen dónde alojarlas.