La palabra hipocresía está de moda en el Capitolio mientras los legisladores debaten qué tan rápido llenar una vacante en la Corte Suprema tras la muerte de la jueza liberal Ruth Bader Ginsburg.
El líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, ha prometido que la nominación del presidente Donald Trump se votará en la cámara alta “este año”, pero ha tenido cuidado de no decir exactamente cuándo sucederá.
Los demócratas acusan al republicano de Kentucky de flagrante hipocresía después de que se negó a considerar al candidato a la Corte Suprema del presidente Barack Obama, el juez Merrick Garland, ocho meses antes de las elecciones de 2016.
El lunes, el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, recordó ante el pleno del Senado las palabras que pronunció McConnell horas después de la muerte en febrero de 2016 del juez conservador Antonin Scalia. “El pueblo estadounidense debería tener voz en la selección de su próximo juez de la Corte Suprema”, dijo McConnell en aquel entonces. La vacante creada por la muerte de Scalia no debería llenarse hasta la elección de un nuevo presidente, agregó.
“Ninguna cantidad de sofisma puede cambiar lo que dijo McConnell entonces, y se aplica aún más ahora, mucho más cerca que estamos de una elección”, declaró Schumer el lunes.
Pero McConnell dijo que son los demócratas los que están siendo hipócritas. Lo que hicieron los republicanos en 2016, bloquear a un candidato del partido contrario, fue “precisamente lo que los demócratas habían indicado que harían ellos mismos” cuando estaban en la mayoría, dijo McConnell en su propio discurso el lunes. Él y otros republicanos citaron un discurso de 1992 del entonces senador Joe Biden —ahora candidato demócrata a la presidencia— que indicaba que una vacante que se produzca en un año electoral no debería cubrirse.
Biden, Schumer y otros demócratas cambiaron de dirección en 2016, en palabras de McConnell, porque instaron al Senado a decidir sobre el candidato de Obama.
Schumer y otros demócratas instaron a McConnell a respetar su propio estándar. “Lo que es justo es justo. La palabra de un senador debe contar para algo”, dijo Schumer.