La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, realizó este lunes desde la Casa Blanca su primera aparición pública tras el retiro de la campaña por la reelección del presidente Joe Biden.
“Se encuentra mucho mejor y se recupera rápidamente”, enfatizó Harris sobre Biden, quien convalece de COVID-19 y no se ha visto más en público.
El domingo, y ante la fuerte presión de un creciente sector de los demócratas, Biden publicó una carta en la red social X en la que anunció su decisión y ofreció su espaldarazo a Harris para ser la candidata del Partido Demócrata en 2024.
Desde entonces, la vicepresidenta ha ido sumando apoyos dentro y fuera de su partido, y también una importante cifra en recaudaciones para su campaña: 81 millones de dólares en 24 horas.
En su intervención durante un acto para atletas campeones de la National Collegiate Athletic Association (NCAA), Harris enalteció los valores de honestidad de Biden al citar “su integridad, su compromiso con su fe y su familia, su gran corazón y su amor, profundo amor por nuestro país”.
Poco después, en la tarde de un lunes agitado, Harris se desplazó hasta el cuartel general de los demócratas en Wilmington, Delaware, para motivar a los votantes y ofrecer un discurso en clave de campaña.
Biden: “Ella es la mejor”
Conectado telemáticamente, el presidente Biden instó este lunes a los demócratas a respaldar la candidatura de Harris .
“Ella es la mejor”, dijo el mandatario de 81 años, con la voz aún ronca por el coronavirus, durante una llamada en directo, refieren reportes de prensa.
En su primera alocución como candidata, Harris prometió ganar a Donald Trump en noviembre, aunque reconoció una “montaña rusa” de emociones tras la decisión de Joe Biden de abandonar la carrera por su reelección en la Casa Blanca.
“Durante los próximos 106 días, llevaremos nuestro caso ante el pueblo estadounidense y vamos a ganar”, desafió Harris mirando a su equipo de campaña.
Hija de inmigrantes, afroestadounidense, abogada, exfiscal de la nación y senadora, Harris comparó a su probable rival electoral Donald Trump con “depredadores” y “estafadores”, al tiempo que aseguró que convertirá la lucha por el derecho al aborto en Estados Unidos en una parte central de su campaña presidencial.
Respaldos partidistas
La vicepresidenta ha sumado un aluvión de respaldos desde la renuncia de Biden y ya cuenta con el apoyo de más de los 1976 delegados que necesita para conseguir la nominación del partido como candidata a las elecciones de noviembre, según un conteo de la CNN.
Harris superó ese umbral en las delegaciones estatales este lunes por la noche, aunque, según recuerda la cadena televisiva, estos apoyos no son vinculantes y, con Biden fuera de la carrera, los delegados son libres de votar por el candidato de su elección.
Desde que oficializó su candidatura, la vicepresidente recibió el apoyo de pesos pesados del Partido Demócrata como el expresidente Bill Clinton y su esposa Hillary, ex secretaria de Estado.
También obtuvo la venia de varios gobernadores, algunos de ellos considerados potenciales contrincantes como Gretchen Whitmer (Michigan), Gavin Newsom (California), Wes Moore (Maryland), Andy Beshear (Kentucky) y J.B. Pritzker (Illinois), así como buena parte de los congresistas del partido, tanto moderados como progresistas, como Alexandria Ocasio-Cortez.
Igualmente, Harris tiene desde este lunes el respaldo de Nancy Pelosi, la expresidenta de la Cámara de Representantes y una de las voces más escuchadas dentro de su partido.
Hasta el momento, Pelosi se había mostrado favorable a la apertura de un proceso de miniprimarias para escoger candidato antes de la Convención Nacional Demócrata.
El evento está programado del 19 al 22 de agosto en Chicago, Illinois, momento en el cual se confirmaría la nominación de Harris. Esta, sin embargo, no está del todo segura, pues aún hay barones del partido, entre ellos los líderes demócratas en el Congreso, Chuck Schumer y Hakeem Jeffries, así como los Obama, quienes siguen sin declarar su apoyo a Kamala.
Ahora, muchos en redes han retomado el famoso slogan de Barak Obama Yes We Can para convertirlo, en un simbólico juego fónico, en un Yes We Kam!