La oficina de Nancy Pelosi publicó ayer lunes una “hoja informativa” exponiendo lo que los demócratas ven como la evidencia hasta ahora más convincente contra Trump en su investigación sobre su esfuerzos para presionar al gobierno ucraniano a investigar a un rival político.
“El presidente Trump traicionó su juramento, traicionó nuestra seguridad nacional y traicionó la integridad de nuestras elecciones para su propio beneficio político personal”, dice el documento.
El texto cita la transcripción aproximada, publicada por la Casa Blanca el mes pasado, de la llamada del 25 de julio entre Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Trump le dijo que su abogado personal, Rudy Giuliani, y el fiscal general, William Barr, se pondrian en contacto para “llegar al fondo” de “muchas conversaciones” sobre los negocios en Ucrania del hijo del ex vicepresidente Joe Biden, Hunter Biden.
Luego cita mensajes de texto que el ex enviado para Ucrania, Kurt Volker, entregó a los comités de la Cámara de Representantes. Allí figura la discusión entre los diplomáticos sobre los esfuerzos de la administración Trump para impulsar la investigación como evidencia de una “campaña de presión”.
En uno de esos intercambios, William Taylor, el encargado de negocios de Ucrania, dijo: “Creo que es una locura retener la asistencia de seguridad para ayudar en una campaña política”.
Taylor está programado para comparecer hoy martes ante los comités de la Cámara.
El documento concluye que la denuncia de un miembro de la CIA que obturó la investigación de juicio político, evidencia encubrimiento de varios funcionarios de la Casa Blanca a fin de bloquear los registros de la llamada del 25 de julio entre Trump y Zelensky. La transcripción se pasó a un sistema electrónico usado para información clasificada particularmente sensible.
La cosa va en serio. Durante todo este tiempo Trump ha operado sobre la base de que él puede hacer cualquier cosa pero que eso no tendrá consecuencias porque su base social no lo va a abandonar. Por un tiempo, los demócratas aceptaron ese argumento y se negaron a enjuiciarlo políticamente, a pesar de sus transgresiones, por dos razones: primero, si lo llegaran a enjuiciar, el Senado, en manos republicanas, no lo condenaría; y segundo, lejos de perjudicar sus posibilidades de reelección, el proceso del juicio político podría activar y solidificar su base social y garantizar con ello la reelección. Evidentemente, Nancy Pelosi, que es una veterana con mucha experiencia, ha llegado a la conclusión de que vale la pena enjuiciarlo. Por otra parte, en una buena parte del país, la opinión pública, que era escéptica al enjuiciamiento por las razones apuntadas, ha llegado a la conclusión que la situación es intolerable y que hay que hacer algo. Ese es el punto en que estamos.
eso sabe todo el mundo!!