En Estados Unidos la inflación se desaceleró más de lo esperado en julio debido principalmente a la caída del precio de la gasolina, aunque la primera permanece en un nivel muy alto, lo cual podría impulsar a la Reserva Federal (Fed) a subir fuertemente las tasas de interés otra vez.
Los precios al consumidor llegaron al 8.5% en julio, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), publicado hoy miércoles por el Departamento del Trabajo.
Y en el mes la inflación es cero. Esto significa que los precios, contra todas las expectativas, no han aumentado en comparación con junio.
El IPC se mantuvo sin cambios después de haber subido 1.3% en junio, dijo el Departamento de Trabajo en un informe que mostró que las presiones subyacentes siguen siendo altas cuando la Fed evalúa volver a elevar las tasas de interés en septiembre.
Muchos economistas esperaban un aumento de 0.2% en el IPC mensual en julio, luego de una caída de alrededor de 20% en el costo de la gasolina.
Los precios de la gasolina se dispararon durante la primera mitad de este año debido a la guerra en Ucrania, alcanzando un récord, como promedio, de más de 5 dólares por galón a mediados de junio, según el grupo de defensa de automovilistas AAA.
Sin embargo, la Fed ha indicado que se mantendrán varios descensos mensuales del crecimiento del IPC antes de que cese el endurecimiento de la política monetaria que ha aplicado para controlar la inflación, actualmente en máximos de cuatro décadas.
Los alimentos son un componente del IPC y mantuvieron al alza en julio, con un aumento de 1.1% después de la subida de 1.0% el mes anterior.
Associated Press/OnCuba