El gobierno del presidente Joe Biden señaló el domingo que continúa dispuesto a negociar con Irán el acuerdo nuclear de 2015 a pesar del rechazo de Teherán a la invitación de la Unión Europea a reunirse con Estados Unidos y los otros participantes originales del pacto.
Washington está “decepcionado” por el rechazo, pero sigue flexible en lo que respecta al momento y el formato de las negociaciones, y consideró que la decisión de Irán de rechazar la invitación europea forma parte del proceso diplomático, dijo un alto funcionario del gobierno. Añadió que Estados Unidos consultará con los otros participantes — Gran Bretaña, China, Francia, Alemania, Rusia y la Unión Europea — para determinar los pasos a seguir.
El funcionario habló a condición de guardar el anonimato debido a que no estaba autorizado a tocar el tema. Horas antes, el domingo, Irán rechazó la oferta de negociaciones al señalar que no era el momento adecuado para un encuentro, en el que Estados Unidos hubiera participado como observador. Teherán ha insistido en que Washington atenúe o levante las sanciones en su contra impuestas por el gobierno del expresidente Donald Trump como parte de su “campaña de máxima presión” antes de sentarse a la mesa con funcionarios estadounidenses.
Biden ha declarado en repetidas ocasiones que Estados Unidos volvería al acuerdo del que Trump retiró al país en 2018, pero únicamente después de que Irán cumpla otra vez por completo con las condiciones establecidas en el acuerdo.
“Tomando en cuenta las posturas y acciones de Estados Unidos y el E3, no es el momento adecuado para la reunión informal propuesta”, dijo Said Khatibzadeh, portavoz de la cancillería iraní, en Twitter. Se refirió al llamado E3, grupo compuesto por Gran Bretaña, Francia y Alemania.
“Recuerden: Trump no se reunió debido a su desacertado ‘Máximo Fracaso'”, comentó. “Con las sanciones vigentes, aplica lo mismo. La censura no es diplomacia. Eso no funciona con Irán”.
El gobierno de Biden anunció este mes que aceptaría la invitación de la Unión Europea para participar en una reunión con los miembros del acuerdo, y al mismo tiempo rescindió una determinación de Trump en el Consejo de Seguridad de la ONU de que Irán había violado significativamente el acuerdo y, por lo tanto, habían vuelto a aplicarse todas las sanciones de las Naciones Unidas.
Las medidas de la ONU tuvieron poco efecto práctico debido a que casi todos los miembros del organismo mundial habían rechazado la determinación de Trump porque Estados Unidos ya no formaba parte del pacto nuclear.