La lentitud con que se están llevando a cabo los juicios o audiencias de los presos confinados en la Base Naval de Guantánamo por la guerra contra el terrorismo, está sacando a flote la vergüenza colectiva que embarga el ambiente jurídico estadounidense, civil y militar.
“Este país siempre ha sido muy medular en el asunto de la independencia judicial, de la igualdad de oportunidades ante un juez. Hay un espacio pequeño para maniobrar en un caso tan serio como una lucha antiterrorista. Pero veinte años sin avanzar un milímetro iba a provocar fuertes disgustos, es una cuestión de principio, por pudor”, explica a OnCuba el abogado Juan Carlos Michel, que ejerce en Los Angeles.
Lo que sucedió y corrió como pólvora es inédito pero sencillo. Un panel militar estadounidense pidió clemencia en el caso contra un detenido de Guantánamo y dijo en carta enviada a la oficina de la fiscalía militar estadounidense, que el trato que el detenido ha sufrido mientras estuvo bajo custodia durante las últimas dos décadas es “una afrenta a los valores y el concepto de justicia de este país”. La carta fue revelada por CNN y The New York Times.
El caso concierne a Majid Shoukat Khan, uno de los 39 detenidos que aún quedan en la prisión militar de Guantánamo, en la costa sureste de Cuba.
Postergado de nuevo juicio en Guantánamo contra acusados por atentados del 9/11
Khan fue capturado en Pakistán en 2003 y estuvo recluido durante más de tres años en prisiones secretas de la CIA conocidas como “sitios negros”, la mayoría en países ex comunistas del este europeo.
Los abogados de Khan han dicho que sufre “un trauma físico y psicológico severo del que es poco probable que se recupere por completo” como resultado de la tortura.
Khan es un nativo de Pakistán que fue a la escuela secundaria en Baltimore, Maryland, estuvo detenido por el gobierno de Estados Unidos sin ser acusado hasta 2012. En ese entonces se declaró culpable como parte de un acuerdo que le obligaba a testificar contra otros detenidos.
Pero no recibió una sentencia final hasta octubre de 2021. “Aunque se le ha designado como un combatiente enemigo, extranjero y sin privilegios”, esto implica que no se le otorgan los derechos de los ciudadanos estadounidenses, lo cual “representa un desprecio total por los conceptos fundamentales sobre los que se fundó el país y la Constitución, en una afrenta a los valores y conceptos de justicia estadounidenses”, dice la carta.
Los miembros del panel también piden clemencia debido a que Khan fue torturado mientras estaba bajo custodia del gobierno de Estados Unidos. “El Sr. Khan fue objeto de abuso físico y psicológico mucho más allá de las técnicas mejoradas de interrogatorio aprobadas, en lugar de estar más cerca de la tortura realizada por los regímenes más abusivos de la historia moderna”, decía la carta. “Es una mancha en la fibra moral de Estados Unidos”.