La cifra más baja de participación electoral en el sur de Florida en elecciones locales era, desde mediados de la década pasada, de 17 %. Pero este martes la cifra bajó a 14 % y en Hialeah fue peor: apenas 5 %.
Estas elecciones no cambiaron sustancialmente el escenario político. En este sentido, la habitación quedó igualita.
Algo extraordinario: el comisionado o excomisionado Alex Díaz de la Portilla, quien se encuentra suspendido por el gobernador DeSantis debido a acusaciones de corrupción política y electoral, terminó siendo reelecto con casi el 37 % de los votos en la ciudad de Miami, victoria que ahora tendrá que ser ratificada por los tribunales. Como no obtuvo el 50 % de los votos, el comisionado también irá a una segunda vuelta si, mientras tanto, no comienza el juicio. Esto fue posible porque aún no ha sido juzgado o condenado.
Por lo demás, en Miami Beach también habrá una segunda vuelta para el puesto de alcalde: Steven Meiner sumó 4 086 votos, para lograr el 30.08%. Su contrincante, Michael Góngora, obtuvo 3.849, el 28.34% de las preferencias.
En Hialeah, donde se esperaban algunos cambios que podrían favorecer al alcalde republicano Esteban Bovo, no hubo sorpresas.
La presidenta de la comisión de concejales, Mónica Pérez fue reelecta con más del 63 % de los votos. Y tras cuatro intentos fue electa concejal Angélica Pacheco, una conocida trumpista radical que logró imponerse sobre la veterana Vivian Casals Muñoz.
El apoyo al alcalde suele jugar un papel clave al momento de votar sus propuestas, no siempre populares, pero como la consigna informal es que “cubano vota cubano”, el escenario raras veces cambia.