El expresidente Donald Trump acaba de sufrir una nueva derrota este martes cuando su empresa fue condenada por fraude fiscal en un tribunal de Nueva York, aunque los fiscales no lo han involucrado como protagonista.
Un jurado halló culpables a dos entidades corporativas de la Organización Trump de 17 cargos, incluidos los de conspiración y falsificación de registros comerciales.
El veredicto se produjo el segundo día de deliberaciones, luego de un juicio en el que la Organización Trump fue acusada de ser cómplice de un plan de altos ejecutivos para evitar pagar impuestos sobre ingresos personales en beneficios laborales como apartamentos gratuitos y autos de lujo.
La condena es una reivindicación para los fiscales de Nueva York, que han estado tres años investigando al expresidente y sus negocios, aunque no se espera que las sanciones sean lo suficientemente severas como para poner en peligro el futuro de la empresa de Trump. Pero no así su postulación a la presidencia para 2024 si otros juicios tienen el mismo desenlace.
Como castigo, la Organización Trump podría recibir una multa de hasta 1.6 millones, cantidad relativamente pequeña para una empresa de su tamaño, aunque la condena podría complicar algunos de sus acuerdos futuros. Las consecuencias colaterales pueden ser más significativas para Trump, quien busca un segundo mandato en la Casa Blanca. Los bancos podrían solicitar préstamos y los socios comerciales podrían cancelar contratos porque sus políticas internas les impiden hacer negocios con criminales.
Trump, quien recientemente anunció que volvería a postularse para presidente, dijo que el caso contra su compañía era parte de una “cacería de brujas” políticamente librada contra él por los demócratas.
El expresidente Trump no estaba en juicio, pero los fiscales alegaron que “sabía exactamente lo que estaba pasando”, aunque él y los abogados de la compañía lo han negado.
El caso contra la empresa se basó en gran medida en el testimonio del exjefe de finanzas de la Organización Trump, Allen Weisselberg, quien previamente se declaró culpable de los cargos de manipulación de los libros de la empresa y de su propio paquete de compensación para reducir ilegalmente sus impuestos.
Weisselberg pactó con la fiscalía una sentencia de cárcel de cinco meses.
Para condenar a la Organización Trump los fiscales tuvieron que convencer a los jurados de que Weisselberg o su subordinado, el vicepresidente Jeffrey McConney, eran agentes de “alto nivel gerencial” actuando en nombre de la empresa, y que esta también se beneficiaba de su esquema.
Los abogados volvieron a insistir en que “Weisselberg lo hizo por Weisselberg“. Sostuvieron que se había vuelto deshonesto y traicionado la confianza de la empresa. “Nadie de la familia Trump o de la empresa tiene la culpa:, dijeron.
Aunque testificó como testigo de cargo, Weisselberg también intentó asumir la responsabilidad en el banquillo de los testigos. Dijo que nadie de la familia Trump sabía lo que estaba haciendo. “Fue mi propia codicia personal lo que me llevó a esto”, testificó un emocionado Weisselberg.
El ejecutivo se declaró culpable de evadir impuestos por $1.7 millones en beneficios complementarios. Testificó que él y McConney conspiraron para ocultar esa compensación adicional de sus ingresos deduciendo el costo de su salario antes de impuestos y emitiendo formularios de hacienda falsificados.
Durante su argumento final, el fiscal Joshua Steinglass intentó refutar la afirmación de que Trump no sabía nada y mostró al jurado un contrato de arrendamiento que firmó para el apartamento pagado por la empresa para Weisselberg y un memorando que el exmandatario firmó con sus iniciales autorizando un recorte salarial para otro ejecutivo que obtuvo beneficios.
“Señoría, aquí Trump está sancionando explícitamente el fraude fiscal”, argumentó Steinglass.
El veredicto no pone fin a la batalla de Trump con el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, un demócrata que asumió el cargo en enero.
Bragg ha dicho que una investigación relacionada con Trump que comenzó con su predecesor, el fiscal de distrito Cyrus Vance Jr., está “activa y en curso”.
En esa pesquisa de amplio alcance, los investigadores han examinado si Trump engañó a los bancos y a otros sobre el valor de sus propiedades inmobiliarias, campos de golf y otros activos, acusaciones en el centro de la demanda pendiente de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, contra el expresidente y su compañía.