Hoy jueves el inspector general del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, publicó un informe de 83 páginas sobre la conducta del ex director del FBI, James Comey, despedido de su cargo por el presidente Trump prácticamente al inicio de su mandato.
El informe lo reprehende por filtrar notas sobre sus conversaciones con el presidente a fin de obtener beneficios personales y políticos. Y concluye que publicó material del FBI de manera impropia para dar lugar a una investigación sobre las elecciones presidenciales de 2016.
Comey admitió durante su testimonio ante el Congreso, en 2017, que había filtrado los memorandos confidenciales a un profesor de la Universidad de Columbia, quien luego se los hizo llegar al New York Times.
Se trata de la segunda vez que Horowitz lo critica por el manejo de los asuntos del FBI. El verano pasado lo había hecho por su rol frente a la investigación sobre el uso de un servidor de correo electrónico privado por parte de la ex secretaria de Estado Hillary Clinton. Entonces lo acusó de insubordinación y de pasar por encima de las políticas del Departamento al decidir que solo él tenía la autoridad y la credibilidad para tomar decisiones clave sobre el caso y hablar del asunto públicamente.
El inspector general escribió que su oficina entregó sus hallazgos al Departamento de Justicia para determinar si Comey había cometido un delito. Pero el hecho de que Comey tuviera en su poder material que luego se consideró clasificado y compartido con sus abogados seguramente va a ser un problema a ambos lados del pasillo.
Comey dejó tres de los siete memorandos que escribió en el FBI, creyendo que algunos de ellos contenían información clasificada, dijo el inspector general. Mantuvo copias originales de cuatro en una caja fuerte personal en su casa y entregó copias de estas a sus abogados después de que Trump lo despidió.
Según el funcionario, de los memorandos que les dio a sus abogados, dos tenían información clasificada, aunque Comey suprimió de los mismos varios elementos. El otro tenía seis palabras que el FBI determinó que eran confidenciales. Se había decidido que el memo compartido con el abogado y profesor universitario era “Solo para uso oficial”, pero no contenía información clasificada.
En ese sentido, el informe concluye: “No encontramos evidencia de que Comey o sus abogados revelaran información clasificada contenida en cualquiera de los memorandos a los miembros de los medios de comunicación”.
A los pocos minutos de la publicación del informe, el ex director del FBI se dirigió a Twitter, afirmando que el informe lo había absuelto de cualquier irregularidad.
No se van a presentar cargos en su contra.