Sidney Powell, la abogada conservadora que formó parte de equipo legal de Trump, busca anular una demanda en su contra por difamación. El pleito pide 1 300 millones de dólares. Lo protagoniza la empresa de tecnología electoral Dominion Voting Systems
En una moción presentada hoy ante una corte federal de Washington DC, Powell argumentó a través de sus abogados que el caso debería ser desestimado porque se presentó en la jurisdicción incorrecta y porque las afirmaciones que hizo sobre Dominion estaban protegidas por la Primera Enmienda.
Sus abogados dijeron: “las personas razonables no aceptarían esas declaraciones como un hecho, sino que las verían solo como afirmaciones que esperan ser probadas por los tribunales mediante el debido proceso.
“Todas las declaraciones supuestamente difamatorias atribuidas a los demandados fueron hechas como parte del proceso normal de litigar asuntos de trascendental importancia e inmenso interés público”, dijeron.
Un portavoz de Dominion no respondió de inmediato esos comentarios. Pero la compañía presentó su demanda en enero, pocos días después de que una turba de partidarios de Trump irrumpiera en el Capitolio para tratar de bloquear la certificación de los votos electorales. La compañía argumenta que la difusión por parte de Powell de afirmaciones infundadas de fraude electoral ayudó a fomentar ese hecho terrorista.
“Los recientes ataques al proceso democrático no son eventos singulares o aislados”, dijo a la prensa en ese momento el director ejecutivo de Dominion, John Poulos. “Son el resultado de una campaña deliberada y maliciosa de mentiras durante muchos meses. Sidney Powell y otros crearon y difundieron estas mentiras, asistidas y amplificadas por una variedad de plataformas de medios”.
Powell fue una aliada cercana de Trump, y además de estar detrás del esfuerzo legal para tratar de anular los resultados de las elecciones de noviembre, representó al exasesor de seguridad nacional Michael Flynn en su proceso judicial por mentirle al FBI.
Dominion fue uno de los objetivos de Trump y sus aliados, y en su demanda por difamación tiene como objetivo refutar las extravagantes afirmaciones de fraude electoral y defender la veracidad de los resultados. “Dominion presenta esta acción para aclarar las cosas, reivindicar los derechos de la empresa en virtud de la ley civil, recuperar daños compensatorios y punitivos, buscar una orden judicial y defenderse a sí misma y a sus empleados”, escribió la empresa.
Dominion también ha presentado demandas por difamación por 1 300 millones de dólares contra el director ejecutivo de MyPillow, Mike Lindell, y el exabogado de Trump, Rudy Giuliani, argumentando que ellos, como Powell, dañaron su reputación con reclamos infundados contra sus máquinas de votación.