Ha muerto Michael Collins, el primer hombre que en 1969 permaneció un día solo orbitando el espacio alrededor de la Luna. Tenía 90 años.
Fue el piloto principal del módulo de comando, Columbia, la cabina principal de la misión Apollo 11, que llevó a dos hombres a caminar por la Luna: Neil Armstrong y Buzz Aldrin. La misión principal de Collins fue llevar a sus compañeros a la órbita lunar y traerlos de regreso. La de Aldrin, también piloto, fue alunizar junto a Armstrong a bordo del módulo Eagle. Armstrong fue el comandante de toda la misión.
Durante esas 24 horas en que permaneció solo en la capsula, Collins se dedicó a leer, escuchar música y limpiar el lugar para cuando sus dos compañeros regresaran. También a mantener abiertas las comunicaciones de la Tierra con la Luna. Pero se negó a dormir, como lo hicieron Armstrong y Aldrin durante cuatro horas.
La misión transcurrió de acuerdo con lo esperado, pero al regresar del espacio lunar, Aldrin accidentalmente rompió el disparador de ignición del motor del módulo. Después de un susto inicial, ambos astronautas resolvieron el problema con un bolígrafo que fue introducido en el disparador y que permitió el despegue. El bolígrafo se puede ver ahora en el museo del espacio en Washington DC.
De todas formas, Collins estaba entrenado tanto para pilotear el Columbia como el Eagle, conocido también como LEM.
Collins era un experimentado piloto de la fuerza aérea. Estuvo desplegado en las escuadrillas estadounidenses en la OTAN, en las bases en Francia. Como piloto de entrenamiento y de pruebas pasó a la NASA y terminó asignado al programa Gemini como astronauta entrenado para las EVA, las llamadas “Caminatas espaciales”, donde llevó a cabo la salida espacial en Gemini 8 y 10.
Después pasó al programa Apolo. Fue uno de los primeros hombres en circundar la Luna en el Apolo 8. Regresó allí después en el Apolo 11.
Collins era un hombre muy religioso. Después de su último viaje a la Luna, decidió convertirse en pastor pentecostal. Y después de un viaje con Armstrong y Aldrin alrededor del mundo, fue nombrado subsecretario de Relaciones Públicas de la Secretaría de Estado.
Los veteranos tenemos memoria de aquel acontecimiento. Cuando la tripulación del Apolo 11 llegó a la Luna, el abuelo del autor de este reportaje no lo dejó dormir. Era un momento histórico. Lo vimos en vivo, como cerca de 350 millones de personas en esa madrugada, hora europea.
Lo cuento en una historia publicada hace más de veinte años.