Las autoridades sanitarias de Florida están advirtiendo a la población que no puede bajar la guardia con la COVID-19 solo porque los contagios y los fallecimientos se estén reduciendo, ya que puede surgir una nueva ola con una variante distinta a las existentes.
Todo esto es una realidad atendiendo a que se aproxima el cierre del 2021 y se incrementan los viajes, las reuniones familiares y los encuentros de amigos para celebrar las Navidades y el fin de año.
Aún así, como apuntan expertos y medios de prensa, una nueva ola de la pandemia, aunque real, puede no ser tan destructora porque el número de vacunados es más alto que en las olas anteriores.
Las medidas sanitarias, como el uso de mascarillas en espacios públicos y cerrados, como el transporte público e las instalaciones federales, fueron suspendidas, pero los médicos exhortan a todos mantener la mascarilla a mano y usarla donde estén presentes otras personas, explicó Diario Las Américas.
Florida se encuentra ahora en tercer lugar de la lista de estados afectados por la pandemia, con 3.7 millones de contagios y 60.500 muertes acumuladas, solo superada por California y Texas. Pero ya estuvo en primer lugar.
Si bien las tendencias en Florida, Texas y otros estados del sur, que sufrieron lo peor de la ola el pasado verano, mejoran extraordinariamente, está claro que la variante Delta, con más de 30 variaciones, no ha desaparecido.
“Veremos muchos brotes en personas no vacunadas que desarrollarán enfermedades graves”, comentó el Dr. Donald Milton, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland, a la agencia de noticias AP.
Según datos suministrados por el gobierno federal, el 67.9 % de la población ha recibido al menos una dosis de vacunación. No obstante, solo el 58.5 % está completamente vacunada, lo que supone un asunto pendiente para las autoridades del país.