El gobernador de Florida, Ron DeSantis ha decidido darle una dimensión internacional a su administración y decidió mudar durante una semana a Jerusalén a todo su gabinete y reunirlos allí el miércoles.
El insólito desplazamiento ha atrapado por sorpresa a políticos y periodistas porque DeSantis dejó hasta el último momento el anuncio del viaje que se produce aprovechando el fin de semana extendido por ocasión del Día de la Recordación de los muertos de guerra.
“Prometí que iba a ser el gobernador en Estados Unidos más pro israelí y nuestra agenda en esta misión en Israel incluye muchas cosas que se harán por primera vez para estrechar los lazos con Israel, la única democracia en el Medio Oriente”, escribió DeSantis en un comunicado publicado estando ya en el aire rumbo a Israel.
El gobernador se hizo acompañar por una delegación de alrededor de 100 personas que incluye empresarios, políticos tanto demócratas como republicanos, cabilderos, profesores universitarios y un periodista que tendrá el exclusivo de las interioridades de la visita.
Tras su llegada, el domingo por la noche el grupo se reunió con el gobernador en una recepción en el Hotel Hilton de Tel Aviv, a quien reveló que el viaje de casi una semana tiene bastante en agenda. “Vamos a abarcar asuntos relacionados con el desarrollo económico, ciencias y investigación académica, hasta el turismo. Solo tenemos cuatro días aquí y esto va a ser algo que ayudará mucho a Florida”, dijo el gobernador según el diario Orlando Sentinel. El diario Miami Herald dijo además que miembros de la delegación se quedaran hasta el fin de semana “en unas vacaciones para ampliar el feriado”.
Muchos gobernadores estadounidenses han viajado a Israel durante el ejercicio de sus funciones, pero lo inédito de este viaje es que Santis decidió llevar a cabo una reunión del gabinete en las nueva embajada de Estados Unidos en Jerusalén, abierta por la hija del presidente Donald Trump hace exactamente un año.
Este viaje ha levantado ronchas porque, según el Miami Herald constituye una violación de la Sunshine Law, una ley que aboga por la transparencia en las actividades públicas. Y, aunque algunas de las actividades serán televisadas, el grueso se mantendrá entre bambalinas.
Además, DeSantis pretende aprovechar su presencia en suelo israelí para promulgar una controversial ley que pudiera representar una afrenta contra la Primera enmienda de la Constitución ya que, de cierto modo, considera una crítica al estado de Israel como un gesto antisemita.
“Vale la pena apuntar de que, aunque los legisladores decidieron que los judíos necesitan una protección especial tras los ataques a las sinagogas en Pittsburg y San Diego, este estado mayoritariamente gobernador por los republicanos también ha rehusado definir otras protecciones a floridanos que sufren discriminaciones y actos de violencia aquí, como la comunidad LGBTQ”, escribió en el Miami Herald, la columnista Fabiola Santiago.
Cuando fue congresista en Washington del 2013 al 2018, De Santis tuvo su rol en la decisión del presidente de cambiar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén. Sin embargo, este viaje es visto por algunos como un intento de deslindarse el mandatario, a los ojos de la comunidad israelí estadounidense, quien tuvo una reacción muy tibia a raíz de la masacre de la Sinagoga Tree of Life, en Pittsburg, en octubre pasado, y que dejó un saldo de 11 muertos y siete heridos.
“De Santis quiere reposicionarse a los ojos de la comunidad judía, necesita desarrollar una imagen libre de Trump”, señaló Kenneth Wald, profesor de la American Jewish Society and Culture de la Universidad de Florida, quien recuerda que recientemente un sondeo arrojó que el 70 por ciento de los judíos estadounidenses piensan que Trump es parcialmente responsable por la masacre de la Sinagoga.