Y al final al plátano se lo comieron. Fue, sin dudas, el “postre” más caro de toda la historia, al menos en Florida.
Lo presentaron esta semana como una obra de arte en la feria Art Basel, lo vendieron por 120.000 dólares y este sábado, antes de que se pudriera, terminaron comiéndoselo. Pero de inmediato, quice minutos después, fue sustituido por otro. Ya no es el original.
La obra, que se hizo viral el jueves, es de la autoría del italiano Maurizio Cattelan y se llama (o se llamaba) “El comediante”. Consistió en un plátano pegado a una pared blanca con una cinta plástica gris, todo esto acompañado por un certificado de autenticidad y las instrucciones claras de que el plátano podía ser sustituido por otro si se pudriera.
No hizo falta esperar tanto. Este sábado a las 1 y 45 p.m. David Datuna, un artista neoyorquino especialista en performances, lo consumió delante de una larga audiencia en un anfiteatro de las instalaciones de Art Basel 2019.
Para la galería que comercializó la obra, la destrucción del “original” no representa necesariamente una catástrofe porque desde el inicio de su exhibición estaba previsto que su integridad no iba a durar mucho. “La obra artística no fue destruida. El plátano era la idea apenas”, comentó en rueda de prensa Lucien Terras, portavoz de la galería Perrotin. No está claro si Datuna fue quien compró “El comediante”.
Cuando el dueño de la galería, Emmanuel Perrotin, se personó en el espacio, según testigos visiblemente molesto, un visitante le ofreció otro plátano que tenía en la mano, colocado de inmediato en el espacio donde estaba la fruta ingerida por Datuna.
“Esto ha llamado la atención de mucha gente. No estamos en el negocio de los espectáculos, pero la respuesta ha sido muy grande, hizo sonreír a mucha gente”, agregó Terras.