El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, firmó el lunes una de las leyes estatales de inmigración más duras en la historia moderna de Estados Unidos. Autoriza a los funcionarios locales a arrestar y buscar la deportación de inmigrantes sospechosos de cruzar ilegalmente la frontera con México.
La ley, conocida como SB4, otorga a las autoridades policiales de Texas el poder de detener, arrestar y encarcelar a migrantes bajo cargos de entrada ilegal a nivel estatal. También permite a los jueces estatales emitir órdenes de deportación inmediatas contra presuntos violadores de la ley.
Aprobada por la legislatura de Texas a principios de este año, la SB4 es un intento extraordinario de intervenir en la inmigración y el control fronterizo, ambas prerrogativas federales de larga data.
Muchos analistas consideran que desencadenará un choque legal y político con los grupos de derechos civiles y potencialmente con la administración Biden.
“El objetivo del Proyecto de Ley Senatorial 4 es detener la ola de entradas ilegales a Texas”, dijo Abbott en una ceremonia de firma en Bien Brownsville.
Antes de convertirse en ley, la SB4 generó fuertes críticas de legisladores demócratas, el Gobierno mexicano y grupos de defensa de los inmigrantes y las libertades, incluida la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), que ha prometido presentar una demanda.
Cuando se le preguntó sobre la SB4, el portavoz de la Casa Blanca, Ángelo Fernández Hernández, dijo: “Esta es una ley extremista que hará que las comunidades en Texas sean menos seguras. En términos generales, el Gobierno Federal, no los estados individuales, está encargado de determinar cómo y cuándo expulsar a los no ciudadanos por violar leyes de inmigración”.
La ley es también el último esfuerzo de Texas para desafiar al presidente Biden en materia de inmigración.
Bajo las órdenes de Abbott, Texas ha trasladado en autobuses a decenas de miles de inmigrantes a Chicago, Nueva York y otras ciudades lideradas por los demócratas. También ha dado instrucciones a unidades de la Guardia Nacional y policías estatales para repeler a los inmigrantes con alambre de púas, barreras flotantes y arrestos por invasión de propiedad privada.
Stephen Yale-Loehr, profesor de la Universidad de Cornell y experto en inmigración, calificó la SB4 como una ley “sin precedentes”. Dijo que la ley de Texas es de naturaleza más amplia que la SB 1070, una controvertida ley de Arizona de 2010 que empoderaba a la policía estatal para detener indocumentados.
Juez federal de Texas ordena retirar barrera flotante en el Río Grande
La Corte Suprema anuló esa ley de Arizona en 2012, concluyendo que los estados no podían socavar la ley federal de inmigración. “Es el proyecto de ley más antiinmigrante que he visto”, dijo Yale-Loehr.
Según la SB4, cruzar de manera irregualr a Texas desde México sería tratado como un delito menor, castigado con hasta 180 días de cárcel y una multa de hasta 2 000 dólares. El reingreso ilegal a Texas sería un delito grave, castigado con hasta 2, 10 o 20 años de cárcel, dependiendo de si el migrante en cuestión había sido previamente deportado o condenado por ciertos delitos.
El Gobierno de México ha dicho que rechazará los esfuerzos de Texas para devolver a los inmigrantes a su territorio.
Abbott y los suyos han argumentado que la ley es necesaria para disuadir los cruces ilegales.
Está previsto que la ley entre en vigor en marzo de 2024, aunque la fecha podría cambiar dependiendo del resultado de las demandas que se presenten en su contra.