Una semana después de que estallara un escándalo ético y periodístico en la Oficina de Transmisiones Hacia Cuba (OCB, por sus siglas en inglés), el Gobierno de Estados Unidos escribió una carta a George Soros, el filántropo y empresario de origen húngaro afectado por el reportaje de marras.
En la carta piden disculpa por el contenido de un reportaje de TV Martí transmitido en mayo donde se referían a Soros como “un multimillonario judío (…) no creyente” y “de moral flexible”.
OCB es la agencia gubernamental orientada hacia Cuba, encargada de las operaciones de Radio y TV Martí así como su portal Martí Noticias.
“Le escribo para expresar mis disculpas personales por una información producida en mayo de 2018 por OCB, de la Oficina Agencia Estadounidense para los Medios Globales [USAGM, por sus siglas en inglés], donde se hacen varias aseveraciones falsas y negativas sobre Usted. Se basó en un periodismo extremadamente pobre y no profesional, y absolutamente ofensivo en su antisemitismo y de una clara parcialidad. Llevo muy en serio esto como un incumplimiento de nuestra obligación fundamental de producir informaciones precisas, balanceadas e objetivas”, expresa el director de USAGM, John F. Lansing, en la misiva con fecha 7 de noviembre y a la cual OnCuba tuvo acceso.
El principal funcionario de la agencia estatal, que funciona de modo autónomo y controla todas las estaciones radiales y televisivas oficiales del Gobierno, insiste en dejar sentado que expresa sus “disculpas personales y de corazón por estas aseveraciones contra Usted en el marco del virulento antisemitismo manifiesto en la información. Lamento profundamente que la red de USAGM haya producido algo que alimenta viejas calumnias contra la comunidad judía en un momento en que el antisemitismo crece tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo”.
Es más, agrega Lansing, “tengo una gran admiración por su pasado, larga carrera, filantropía y un activismo a favor de los que no tienen voz. Como viejo periodista me encuentro particularmente enamorado de su trabajo y apoyo a la prensa libre”.
El reportaje de TV Martí
En el reportaje televisivo en cuestión se sostiene, además de que Soros es “un multimillonario judío de origen húngaro cuya fortuna se estima en 8,000 millones de dólares” y dice que “se ha dedicado [también] a influenciar los asuntos internos de varios países democráticos a través de su Open Society Foundation”.
Sin embargo, TV Martí cita únicamente como fuente a la organización conservadora Judicial Watch, conocida por su postura conservadora y muy crítica del gobierno cubano.
“George Soros tiene un ojo puesto en Latinoamérica. Pero Judicial Watch, un grupo legal estadounidense de investigación, también tiene sus ojos puestos en Soros y lo que ve como su influencia letal para destruir democracias.
Lo describe como un inversionista estadounidense y especulador del mercado bursátil que explota el capitalismo y Wall Street con el interés de financiar los movimientos antisistema que le llenan los bolsillos”, afirma el reportaje.
Y ahora viene lo insólito, que tanto molestó a Lansing: en el programa no aparece nadie de Judicial Watch abogando por esa idea.
Un editor de ética para OCB
En la carta a Soros, Lansing informa que tan pronto se enteró del programa de TV Martí en cuestión, a fines de octubre, ordenó al director de OCB, Tomás Regalado, que sacara el programa de la página electrónica y las redes sociales de la entidad, al mismo tiempo que suspendió de sus funciones a los responsables (una periodista y tres productores, entre ellos la directora de TV Martí) a la espera de una investigación que comenzó al momento, y que, asegura, terminará con “acciones disciplinarias”.
Lansing también informa que la investigación se amplía a la identificación de otras personas responsables por la creación, producción y transmisión del referido programa.
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Por otro lado, la carta revela que los periodistas de OCB están obligados a asistir a varias sesiones sobre ética periodística, como la efectuada este lunes, y que pronto será contratado un editor exclusivamente a cargo de velar por los estándares y práctica noticiosa para garantizar que los contenidos informativos se adhieren “al más alto nivel del periodismo profesional”.
Todo esto al mismo tiempo que el contenido informativo del último año de las plataformas noticiosas de OCB será sometido a una revisión, a llevar a cabo por una entidad exterior, para identificar todos los indicios de un comportamiento no ético.
La segunda carta
Por otro lado, también el 7 de noviembre Lansing escribió otra carta sobre el mismo tema al presidente de la Open Society Foundation, Patrick Gaspard, contestando una misiva suya de protesta por el programa de TV Martí enviada días antes. En esta ocasión, el director de USAGM aprovecha la oportunidad para colocar todo el asunto en perspectiva.
“Tal como usted, no creo que un artículo que use a Judicial Watch como su única fuente de información sea remotamente creíble. En primer lugar la información jamás debiera haber sido publicada por la fragilidad de sus fuentes. Como ha apuntado, las noticias que OCB ha producido en mayo pasado tiene más impacto y es lamentable, porque se produjo días después del terrible ataque a la sinagoga Tree of Life, en Pittsburgh, [que dejó 11 muertos], la bomba dirigida al Sr. Soros, el cartel con inscripciones antisemitas [contra] el congresista [estatal] de Connecticut, [el demócrata] Matthew Lesser y otros ataques antisemitas ofensivos y directos a candidatos y personas”.
Desde el año pasado, Estados Unidos ha sido asolado por una campaña antisemita, que fue particularmente virulenta en las pasadas elecciones legislativas.
Desde intentos de asesinatos hasta ataque directos a sinagogas o espacios de esparcimiento de ciudadanos judíos, incluyendo establecimientos públicos donde personas han sido verbalmente atacadas por extraños solo por su creencia hebrea.
Siguen las investigaciones
Aunque inicialmente la investigación interna ordenada por Lansing fue prevista para durar diez días, las pesquisas se han extendido y este lunes no se sabe a ciencia cierta cuando concluirán.
Varios empleados de OCB contactados por OnCuba han confirmado que un grupo de investigadores ha efectuado una ronda de entrevistas con los cuatro colegas envueltos en la controversia y han pedido una serie de vídeos y textos relacionados con el tema.
“Están buscando por todos lados. Ya han suspendido a cuatro pero el rumor es que van a ser más. Es una investigación muy profunda como nunca se ha visto por acá”, asevera un veterano de OCB. La idea, admite, es evitar futuros problemas del estilo pero a la vez dar una especie de “escarmiento” y encausar las emisoras en lo que se llama “la carta de la VOA”, los preceptos que rigen la Voz de América que son bastante inflexibles en términos de equilibrio y pluralismo.
Según las fuentes (que no se pueden identificar porque todos el Gobierno federal para hablar con la prensa necesitan de un permiso superior), uno de los ángulos de la investigación es la existencia de un texto publicado en Martí Noticias el 1ro de abril, bastante agresivo en su primera versión pero que después, una vez descubierto el escándalo, fue suavizado e, ulteriormente, sacado de la página electrónica, aunque circula en la versión escondida de la página de Google.
El texto revela que Judicial Watch, a la que identifica como una “prestigiosa ONG”, ha entablado una demanda contra el Departamento de Estado y la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) por el acceso a información relacionada con la posible entrega de fondos por parte de Soros a organizaciones que supuestamente también recibieron dinero de esas dos entidades federales estadounidenses.
A la espera de los resultados
El programa de TV Martí, que dio origen al escándalo, fue sacado a la luz pública a fines de octubre por Phil Peters, director del Cuban Research Center, con sede en Arlington, Virginia. Contactado por OnCuba, Peters no quiso especular sobre el desenlace de la investigación en torno a OCB.
“Espero que publiquen las conclusiones [de la investigación] pero no quiero especular sobre lo que puedan encontrar. Eso sí, creo que la carta [de Lansing] muestra un rechazo total al periodismo que es practicado en Radio Martí y un indicio muy importante sobre la profundidad de la investigación”, afirma Peters.
Muchos observadores consideran que cuando en 1996 los estudios de Radio Martí fueron desplazados de Washington a Miami, el núcleo del anticastrismo exiliado, se apartó de la órbita de la Voz de América en la cual estaba insertada.
Peters no cree que pese al enfado de Lansing las emisoras vuelvan a la capital.
“Cambiar a Miami fue un error. Pero ahora no hay por qué deshacerlo, es tarde ya. Ahora, también creo que si Radio y TV Martí siguieran siendo parte de la VOA tal vez esto no pasaría”, ha dicho.