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La fiscal general de Nueva York, Lettitia James, ha sido acusada por un Gran Jurado Federal de Virginia.
La funcionaria fue acusada de un cargo de fraude hipotecario después de que Trump solicitara públicamente a los funcionarios designados por él en el Departamento de Justicia que presentaran cargos en su contra.
De acuerdo con trascendidos, la fiscal general Pam Bondi nombró a una fiscal especial para investigar las acusaciones de fraude hipotecario contra la fiscal general de Nueva York, quien presentó con éxito un caso civil de fraude contra Donald Trump antes de que este retomara la presidencia.
El director de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda, Bill Pulte, había remitido el caso al Departamento de Justicia alegando que James había hecho declaraciones falsas en las solicitudes de préstamos hipotecarios.
Sin embargo, el caso se estancó el mes pasado porque los agentes federales y los fiscales no creían tener las pruebas necesarias para obtener una condena, según informaron dos altos funcionarios federales.
Trump nombró entonces a una de sus abogadas personales, Lindsey Halligan, fiscal federal interina para el Distrito Este de Virginia, aunque carece de experiencia en ese terreno.
Trump ha presentado cargos repetidamente contra sus enemigos políticos, incluyendo a James y al exdirector del FBI, James Comey, acusado en septiembre de mentir al Congreso y obstruir un procedimiento congresual. Halligan también presentó el caso contra Comey ante un gran jurado federal, haciéndolo ella sola, rompiendo con las normas del Departamento de Justicia, y convenciendo a la mayoría de los miembros del gran jurado de que existía causa probable para acusar a Comey por dos de los tres cargos que presentó.
Reacciones
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo: “Los neoyorquinos conocen a [Letitia James] por su integridad, su independencia y su incansable lucha por la justicia. Lo que estamos presenciando hoy es nada menos que la utilización del Departamento de Justicia como arma para castigar a quienes responsabilizan a los poderosos”.
El congresista demócrata Ritchie Torres calificó la acusación como un abuso de poder “indignante y flagrante”. “Es la última andanada en la implacable guerra de Donald Trump contra la democracia estadounidense. En lugar de abordar las facturas de supermercado y servicios públicos que agobian a las familias estadounidenses, Donald Trump sigue patológicamente preocupado por su lista de enemigos personales. La persecución de rivales políticos se ha convertido en la única obsesión de su fallida presidencia”.
Jumaane Williams, defensora pública de la ciudad, quien fue elegida después de que James renunciara a ese cargo para jurar el cargo de fiscal general, afirmó que su acusación “debería alarmar e indignar a todos los neoyorquinos, a todos los estadounidenses”.
“Donald Trump ha sido claro en sus objetivos: usar al gobierno federal como arma contra las personas lo suficientemente valientes como para enfrentarse a él. Ahora ha inventado una excusa para perseguir a la mujer negra de mayor rango en el estado, donde fue condenado por 34 delitos graves y fraude civil”.