Huracán Hanna y pandemia, dolores de cabeza en Texas

El huracán Hanna, con fuertes ráfagas de viento y posibles tornados asociados, se acerca a Texas, estado que enfrenta un aumento de casos de coronavirus.

Un surfista se desplaza a orillas de la isla del Padre Sur el viernes 24 de julio de 2020 en medio de un mar picado debido a la tormenta tropical Hanna. (Miguel Roberts/The Brownsville Herald vía AP)

El huracán Hanna avanzaba por el Golfo de México y se espera que el sábado toque tierra en la costa de Texas con lluvias, ráfagas fuertes y posibles tormentas y tornados, justo cuando el estado lidia con un aumento de casos de coronavirus en semanas recientes.

Los meteorólogos pronosticaron que el ojo del meteoro, que es el primer huracán de la temporada del Atlántico 2020, toque tierra la tarde del sábado cerca de Corpus Christi, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Para la mañana del sábado, sus vientos máximos sostenidos eran de 129 km/h (75 mph), su vórtice estaba a unos 137 kilómetros (85 millas) al sureste de Corpus Christi y se movía en dirección oeste a 15 km/h (7 mph).

Muchas partes de Texas, incluso el área en donde se pronostica que Hanna tocará tierra, han lidiado en semanas recientes con un aumento de casos de coronavirus, pero funcionarios locales dicen que están preparados para lo que sea que traiga la tormenta.

“No siento que, como hemos luchado contra el COVID durante cinco meses, hayamos perdido energía o se nos haya acabado la gasolina”, dijo el viernes el alcalde de Corpus Christi Joe McComb. “Podemos hacer estas dos cosas al mismo tiempo y vamos a ganar ambas”.

Corpus Christi está ubicado en el condado de Nueces, donde funcionarios de salud revelaron que 60 infantes dieron positivo para COVID-19 entre el 1 y 16 de julio.

En el condado de Cameron, más hacia el sur y fronterizo con México, se han reportado más de 300 nuevos casos diarios en las últimas semanas, según datos de salubridad estatal. La semana pasada, también fue la cifra más alta de muertes del condado durante la pandemia.

En la ciudad mexicana de Matamoros, fronteriza con la ciudad texana de Brownsville, los voluntarios temían que el meteoro afectara un campamento improvisado para migrantes cerca del Río Bravo, donde hay unas 1.300 personas en busca de asilo, entre ellos recién nacidos y adultos mayores, quienes esperan bajo la política migratoria de Estados Unidos y México conocida como “Permanecer en México”. Bajo ese programa, decenas de miles de solicitantes de asilo en Estados Unidos esperan en territorio mexicano la fecha de su audiencia en un tribunal estadounidense de inmigración.

Erin Hughes, una ingeniera civil de Filadelfia que es voluntaria en el campamento, dijo que las tormentas tropicales representan una amenaza devastadora, ya que el campamento está en un terreno propenso a inundaciones. Dijo que ella y otras personas monitorean el nivel del agua del río fronterizo.

Por su parte, la tormenta tropical Gonzalo seguía su ruta hacia el sur de las Islas de Barlovento, a donde podría llegar en la tarde o noche del sábado. Avanzaba a 30 km/h (18 mph) con vientos máximos sostenidos de 65 km/h (40 mph), dijo el Centro Nacional de Huracanes el sábado por la mañana.

Según la última previsión, Gonzalo podría arrojar entre tres y ocho centímetros de lluvia. Las autoridades mantienen el aviso de tormenta tropical para San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, Granada y otras islas. Se espera que la tormenta se disipe el domingo por la noche o el lunes, apuntaron los meteorólogos.

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