El huracán Ian, uno de los más poderosos jamás registrados en Estados Unidos, inundó el suroeste de Florida hoy miércoles, convirtiendo las calles en ríos, dejando sin electricidad a millones de personas y daños catastróficos tras su paso.
Su centro tocó tierra cerca de Cayo Costa, al oeste de la densamente poblada Fort Myers. El meteoro de categoría 4 azotó la costa con vientos de 241 kph (150 mph) y empujó una pared de marejada ciclónica acumulada durante su lenta marcha sobre el Golfo.
Más de 1,8 millones de hogares y negocios quedaron sin electricidad. Alrededor de 2,5 millones de personas recibieron la orden de evacuar el suroeste de Florida antes de que Ian golpeara.
Los presentadores de noticias en la estación de televisión WINK de Fort Myers tuvieron que abandonar su estudio habitual y continuar con la cobertura del huracán desde otro lugar porque el agua estaba entrando a su edificio cerca del río Caloosahatchee.
Aunque se espera que se debilite a tormenta tropical a medida que avanza tierra adentro a unas 9 mph (14 kph), es probable que los vientos huracanados de Ian se sientan en el centro de Florida. Horas después de tocar tierra, los vientos máximos sostenidos habían disminuido a 170 kph (105 mph), lo que lo convirtió en un huracán categoría 2.
El alguacil Bull Prummell, del condado de Charlotte, al norte de Fort Myers, anunció un toque de queda entre las 9 p.m. y 6 a.m. “para salvar vidas”. Los infractores pueden enfrentar cargos por delitos menores de segundo grado.
Las autoridades informan haber recibido muchas llamadas de personas atrapadas en casas inundadas, a pesar de haber recibido la orden de evacuarse.
En Tampa el agua impulsada por los fuertes vientos drenó literalmente a la bahía cuando el huracán se acercó a la costa del Golfo.
Varias personas publicaron fotos en las redes sociales caminando sobre la arena y el limo, a pesar de las advertencias de los funcionarios locales en el sentido de mantenerse alejados. La bahía de Tampa tiene una profundidad promedio de aproximadamente 12 pies (4 metros).
Ese fenómeno también ocurrió en 2017, cuando el huracán Irma provocó lo que los expertos llaman “oleaje negativo”. Debido a que los vientos huracanados soplan en sentido contrario a las manecillas del reloj, los vientos en el borde norte del sistema circular de Ian soplaban de este a oeste con tanta fuerza que empujaron el agua de la bahía hacia el Golfo de México.
El agua finalmente volvió a su lugar.
Associated Press/OnCuba.