El juicio federal por corrupción del senador demócrata de Nueva Jersey, Robert Menéndez, comenzo ayer, dando al público una idea de cómo se desarrollarán los procedimientos de este caso de alto perfil.
Menéndez enfrenta 16 cargos, entre ellos obstrucción de la justicia, soborno, extorsión y actuar como agente extranjero. Se le acusa de ofrecer su poder político a cambio de obsequios como dinero en efectivo, lingotes de oro, un Mercedes-Benz descapotable, muebles y pagos de la hipoteca de una vivienda.
Su esposa, Nadine Menéndez, y tres empresarios también fueron acusados.
Nadine Menéndez será juzgada por separado en julio.
Elegido por primera vez para el Senado en 2006, Robert Menéndez se declaró inocente de todos los cargos.
El senador se presenta a la reelección en noviembre y aún no descarta esa posibilidad a pesar de los llamados a su dimisión. Dijo que se postularía como independiente en lugar de intentar obtener la nominación demócrata. Varios de sus colegas han pedido su dimisión.
En un esfuerzo por demostrar que Robert Menéndez “puso su poder a la venta”, la fiscal Lara Pomerantz entró en detalles sobre sus tratos con naciones extranjeras, empresas de Nueva Jersey y operaciones gubernamentales. “Esta no era la política habitual. Era política con fines de lucro. Se trataba de un senador de los Estados Unidos que estaba robando”, dijo.
También acusó a Menéndez de intentar “corromper el sistema de justicia penal” al aceptar lujosos obsequios como pago por “información sensible y no pública del Gobierno estadounidense”. Dijo que rompió su juramento al participar en estas acciones. “Se espera que los servidores públicos sirvan al público”, subrayó.
Asimismo, presentó una cronología acerca de cómo comenzó la corrupción con el empresario Wael Hana en 2018, cuando el senador y su esposa empezaron a salir juntos. “Cuando Hana supo que Nadine estaba saliendo con un senador, vio una oportunidad”, dijo Pomerantz.
Hana se mudó de Egipto a Estados Unidos cuando tenía 20 años. Conoció a Nadine Menéndez antes de que comenzara a salir con Robert Menéndez. Hana era propietario de EG Halal, una empresa que se convirtió en la única autorizada a certificar productos halal importados a Egipto, a pesar de que no tenía experiencia previa en la industria.
Pomerantz afirmó que Hana tenía “conexiones” con el Gobierno egipcio. Se le acusa de trabajar con Nadine Menéndez para organizar cenas y reuniones con funcionarios egipcios para el senador.
También puso a Nadine Menéndez en la nómina de su empresa y la conectó con alguien que le regaló dinero en efectivo para los pagos de un Mercedes Benz. Hana se ha declarado inocente.
Este juicio es el segundo por corrupción de Menéndez en siete años. El primero, en 2017, duró 11 semanas y terminó con un jurado en desacuerdo sobre los 18 cargos: incluían soborno, conspiración, fraude y declaraciones falsas.
Los fiscales alegaron que Menéndez recibió más de 600 000 dólares en contribuciones políticas, una lujosa suite de hotel en París y viajes gratis en un jet privado de un oftalmólogo adinerado de Palm Beach a cambio de favores políticos.
Este señor menendez es una vergüenza para el exilio cubano, José Martí dijo sobre ratas como menendez
La pobreza pasa, lo que no pasa es la deshonra que con pretexto de la pobreza suelen echar algunos hombres sobre si.