El miércoles un juez federal dictó una segunda sentencia a Paul Manafort: estará en la cárcel hasta fines de 2024 a menos que el presidente Trump lo perdone.
Pero esta semana hubo señales adicionales de que la investigación del fiscal especial Bob Mueller está llegando a su fin. El martes los fiscales de su equipo le dijeron a un juez federal que ya tenían toda la información que necesitaban proveniente del ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn, que ha estado cooperando con el equipo de Mueller desde que se declaró culpable de mentir al FBI.
La oficina federal confirmó hace una semana que uno de sus agentes que formó parte del equipo de Mueller había sido reasignado en Richmond, Virginia. Un portavoz del Fiscal Especial dijo esta semana que Andrew Weissmann, uno de los fiscales del llamado wonder team (equipo maravilla) planeaba terminar su tarea “en un futuro cercano”.
“Las señales que veo apuntan a una investigación a punto de terminar”, dijo Patrick Cotter, ex fiscal federal que trabajó con Weissmann en casos de crimen organizado. “Probablemente estamos a unas pocas semanas o incluso un mes o un poco más de la publicación del informe final. Ya se ha distribuido un borrador bastante completo dentro del equipo de Mueller”.
Si bien Mueller y los integrantes de su equipo no dicen nada o casi nada sobre su trabajo, el Congreso se está preparando para ese momento. En una votación unánime de 420-0, la Cámara de Representantes hizo un llamado al fiscal general, William Barr, para que entregue en su totalidad el informe final.
Sin embargo, incluso si la investigación de Mueller está casi completa sus procesos continuarán durante meses. El jueves un juez fijó el 5 de noviembre como la fecha de apertura del juicio contra el ex asesor de Trump, Roger Stone, acusado de haber mentido al Congreso sobre los esfuerzos para contactar a Wikileaks durante la campaña de 2016.
En cuanto a Rick Gates, segundo al mando de la campaña de Trump, aún está cooperando con los fiscales en “varias investigaciones en curso”. Su caso aún no está listo para sentencia. Se declaró culpable de fraude financiero y de mentir a los investigadores.
Pero la nueva posposición de su sentencia, dada a conocer ayer, podría relacionarse con el trabajo de los fiscales federales en Nueva York, que están investigando el comité de inauguración de Trump. El comité enfrenta preguntas sobre la fuente de sus donaciones y cómo gastó la cifra récord de 107 millones de dólares recaudados.
En cuanto a Manafort, podría estar esperando por un perdón presidencial o por la conmutación de su sentencia. Su abogado dijo que Mueller no había revelado pruebas de colisión entre Rusia y la campaña de Trump, a pesar de que el caso de su cliente nunca fue sobre el tema. Mueller lo juzgó por cargos relacionados con su trabajo político en Ucrania, que terminó antes de las elecciones presidenciales.
Pero Trump no podría hacer nada por Manafort si es condenado en Nueva York. El fiscal del distrito de Manhattan le ha puesto encima una acusación por fraude hipotecario y otros delitos.
La razón es clara: el perdón presidencial no se aplica a un individuo condenado por cualquier estado de la Unión.